PEKIN, 12 ene 2001 (ZENIT.org–FIDES).- Falleció ayer, a los 92 años de edad, después de varios meses de enfermedad, el último obispo chino nombrado por Pío XII, monseñor Matthias Duan Yinming, obispo de Wanxian.
Su cuerpo será incinerado el próximo lunes, según establece la práctica obligatoria en China a excepción de los musulmanes. La ceremonia tendrá lugar en la iglesia de Long Bao, escogida pues al tener capacidad para 2.000 personas, es la más grande de la diócesis.
El río de fieles que rinde homenaje al obispo discurre constantemente. Duan era sumamente estimado por cristianos y no cristianos. Algunos sacerdotes que le atendieron en los últimos instantes de su vida han referido a la agencia Fides las palabras que pronunció el prelado antes de morir. Recomendó a los sacerdotes que le rodeaban: «continuad con el máximo empeño el trabajo pastoral y dedicaos a la reconstrucción de la estructuras eclesiales». Estas últimas han sido desmanteladas por el régimen comunista.
Como prueba de la estima que todo el mundo experimentaba por él, el mismo gobierno chino ha publicado una declaración oficial en la que dice: «Monseñor Duan ha dado una contribución decisiva al país y a la Iglesia. Es un personaje amado y estimado por todos».
Duan ha sido un pastor valiente y firme en su amor al Papa y a la Iglesia universal. «Rezo cada día por el Papa y por su misión, por su salud, y pido al Espíritu Santo que sostenga su servicio a la humanidad –había declarado en una entrevista concedida a la agencia Fides en 1998–. Quiero expresar, además, mi profunda fidelidad a él. Por lo que se refiere a los fieles chinos, puedo decir que le quieren mucho y que rezan todos los días por él. Nosotros, los chinos, esperamos en plena fidelidad y oración un viaje del Papa a China. El Papa ha demostrado que quiere mucho a la Iglesia china. Por este motivo, esperamos con todo el corazón que un día pueda venir a nuestro país».
Por prohibición del Gobierno chino, monseñor Duan Yinmin y su obispo auxiliar, monseñor Xu Zhixuan, no pudieron participar en el primer Sínodo de los obispos de Asia, celebrado en Roma en abril de 1998. ¿El motivo? Según palabras del Ministro de Asuntos Exteriores Zhu Bangzao: «El Vaticano ha nombrado a estas dos personas unilateral y, además, de manera arbitraria».
A pesar de que corría el riesgo de ser acusado por el Gobierno de mantener relaciones con un Estado extranjero, monseñor Duan envió un fax en latín al cardenal Jan Pieter Schotte, en el que decía: «Es doloroso que no me sea posible participar en el Sínodo de los Obispos por motivos políticos. Mi corazón estaba tan apesadumbrado que no he podido dormir durante dos noches. Luego he comenzado a sentir una profunda tranquilidad de corazón: el cuerpo está ausente, pero el corazón está siempre presente en el Sínodo de los Obispos».
Monseñor Duan tampoco pudo viajar a Nueva Delhi (India) para participar en la clausura oficial del Sínodo asiático y recibir del Papa la exhortación post-sinodal «Ecclesia in Asia». Envió, sin embargo, al Santo Padre, a través del delegado en Hong Kong, un don como recuerdo de su quincuagésimo aniversario de su ordenación episcopal: tres peines de madera, característicos de la artesanía de Wanxian.
En noviembre de 1999, después de la publicación del documento secreto del Partido Comunista Chino sobre las relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano, monseñor Duan, a pesar de que ya estaba débil y enfermo, declaró a «Fides»: «Deseo que el Vaticano y China encuentren cuanto antes un acuerdo y puedan establecer relaciones diplomáticas. Por el momento, el Vaticano y China tienen dos modos diferentes de ver algunos problemas. Esperamos que encuentren pronto una visión común».
Luego añadió: «La Asociación Patriótica Católica es una barrera para la comunión de la Iglesia». Dicha Asociación es una especie de Iglesia creada y controlada por el régimen comunista.
Matthias Duan Yinming había estudiado teología en Roma, en la Universidad Pontificia Urbaniana, y fue ordenado sacerdote en la misma Ciudad Eterna el 27 de marzo de 1937. El Papa Pío XII le nombró obispo de Wanxian el 9 de junio de 1949. Él y el cardenal Gong Pinmei, arzobispo de Shanghai (fallecido el 12 de marzo de 2000 en los Estados Unidos), fueron los últimos obispos nombrados oficialmente en China por el Papa.
Durante su vida, monseñor Duan ordenó ocho obispos, la mayor parte de la región del Sichuan, y participó como co-consagrante en la ordenación de otros seis. Fue vicepresidente de Asociación Patriótica Católica. De 1954 a 1966 fue enviado a trabajos forzados a las plantaciones de algodón y a fábricas. Durante la Revolución Cultural (1966-76) recibió esta misma condena (1966-73) y fue obligado a seguir un curso de reeducación hasta 1979, cuando le fue consentido regresar a la Iglesia de Wanxian.