Riccardi (Roma, 1950) ha sido premiado –a juicio unánime del jurado presidido por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol– por «asumir el cristianismo de una manera profunda y creativa» y por su «alcance ecuménico, con casa y miembros también en Cataluña».
La concesión del premio sorprendió a Andrea Riccardi en París, donde hoy recogió otro galardón, el premio Internacional por la Paz de la Unesco.
La Comunidad de San Egidio, sumamente activa en la ayuda de las personas pobres y solas, ha desempeñado un papel decisivo de mediación en las guerras civiles de Mozambique y Guatemala. En enero de 1998 miembros de San Egidio establecieron contactos como mediadores entre el comando terrorista vasco ETA y el gobierno español. El intento, sin embargo, fracasó desde sus inicios.
La Comunidad de San Egidio está promoviendo en estos momentos en el seno de las Naciones Unidas una moratoria mundial de la pena de muerte.