«Ofreceré la birreta a la Santina, sin olvidarme de Guadalupe, para pedir que reine la paz y la fraternidad y que acabe el terrorismo en España», afirmaba en declaraciones publicadas hoy por el diario «El Mundo».

«Santina» es la Virgen de Covadonga, patronia de Asturias, donde nació el cardenal hace 75 años. Guadalupe no es sólo la advocación de la patrona de México y emperatriz de América, sino que antes de las apariciones de María a Juan Diego ya era un Santuario en Extremadura, tierra de la que salieron muchos de los conquistadores y evangelizadores del nuevo mundo.

En estos días, la Iglesia en España ha sido víctima de una serie de acusaciones de políticos y de medios de comunicación por no haber firmado un Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo pactado entre el Partido Popular (PP) y el Partiedo Socialista Obrero Español (PSOE), los dos principales partidos del país, el primero en el poder y el segundo en la oposición.

Un comunicado del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española aclaraba ayer que no pertenece a la misión de la Iglesia firmar un pacto político, aunque éste en sí mismo sea digno de alabanza.

Asimismo, la Conferencia Episcopal ratificaba su enérgica condena del terrorismo del grupo terrorista vasco ETA, que en los últimos meses ha desencadenado una oleada de trágicos atentados en el territorio español.