MADRID, 6 feb 2001 (ZENIT.org).- La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Madrid comenzó hoy el juicio contra 17 miembros de la Iglesia de la Cienciología, que había sido aplazado seis veces en los últimos meses.

La razón de estas suspensiones está en la enfermedad de uno de los letrados, Manuel Cobo del Rosal, entre cuyos defendidos se encuentra el reverendo estadounidense Herber Jentzsch, líder mundial de la iglesia de la Cienciología y para quien la Fiscalía de Madrid solicita una condena de 56 años de prisión.

Para los otros 16 adeptos a los que se procesa se solicitan penas que suman 36 años de cárcel. El ministerio público considera a los acusados responsables de delitos de asociación ilícita, contra la hacienda pública, intrusismo, lesiones contra la salud pública, amenazas, delito laboral, de usurpación de funciones, simulación de delito, denuncia falsa y detención ilegal. En el juicio por este caso, que fue abierto por un juzgado de Madrid hace más de 16 años, participarán casi 150 testigos. Las acusaciones particulares se retiraron del proceso después de recibir una compensación económica.

Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, la iglesia de la Cienciología comenzó a ejercer su actividad en España en 1976, con la creación de una serie de centros que forman parte de una estructura piramidal internacional. En el vértice de la pirámide se encuentra el Centro de Tecnología Religiosa con sede en Los Ángeles (EE.UU.) del que dependen los centros de rehabilitación de toxicómanos, denominados «narconones» y «droganones».

La doctrina de este culto creada por Rolan Hubbar a finales de los años cuarenta y expuesta en su obra «Dianética», concibe al ser humano como un «thetán», compuesto de cuerpo y espíritu. La dianética, dirigida al cuerpo, es un método terapéutico y sus cultivadores desarrollan su capacidad para curar enfermedades contra las que no ha hallado remedio la medicina actual.

La parte dirigida al espíritu es la Cienciología, cuya finalidad es liberar al hombre de sus «engramas» para que tenga poder sobre la materia, la energía, el espacio, el tiempo y el pensamiento. El fiscal aprecia en el desarrollo de la Iglesia de la Cienciología en España los delitos de asociación ilícita; contra la hacienda pública, por no pagar impuestos; intrusismo, por suministrar medicinas a toxicómanos y tratamiento psiquiátrico a adeptos sin profesionales cualificados para ello; además de amenazas y lesiones.

Asimismo, considera que algunos de los acusados cometieron delitos contra la salud pública, por los preparados suministrados en los «narconones»; delitos laborales, por la situación de los empleados de la organización; simulación de delito y denuncia falsa, por un robo presuntamente fingido para inculpar a un adepto; y usurpación de funciones y detención ilegal, por el arresto en el aeropuerto de Barajas a otro miembro al que deseaban apartar de la Iglesia.
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MADRID, 6 feb 2001 (ZENIT.org).- La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Madrid comenzó hoy el juicio contra 17 miembros de la Iglesia de la Cienciología, que había sido aplazado seis veces en los últimos meses.

La razón de estas suspensiones está en la enfermedad de uno de los letrados, Manuel Cobo del Rosal, entre cuyos defendidos se encuentra el reverendo estadounidense Herber Jentzsch, líder mundial de la iglesia de la Cienciología y para quien la Fiscalía de Madrid solicita una condena de 56 años de prisión.

Para los otros 16 adeptos a los que se procesa se solicitan penas que suman 36 años de cárcel. El ministerio público considera a los acusados responsables de delitos de asociación ilícita, contra la hacienda pública, intrusismo, lesiones contra la salud pública, amenazas, delito laboral, de usurpación de funciones, simulación de delito, denuncia falsa y detención ilegal. En el juicio por este caso, que fue abierto por un juzgado de Madrid hace más de 16 años, participarán casi 150 testigos. Las acusaciones particulares se retiraron del proceso después de recibir una compensación económica.

Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, la iglesia de la Cienciología comenzó a ejercer su actividad en España en 1976, con la creación de una serie de centros que forman parte de una estructura piramidal internacional. En el vértice de la pirámide se encuentra el Centro de Tecnología Religiosa con sede en Los Ángeles (EE.UU.) del que dependen los centros de rehabilitación de toxicómanos, denominados «narconones» y «droganones».

La doctrina de este culto creada por Rolan Hubbar a finales de los años cuarenta y expuesta en su obra «Dianética», concibe al ser humano como un «thetán», compuesto de cuerpo y espíritu. La dianética, dirigida al cuerpo, es un método terapéutico y sus cultivadores desarrollan su capacidad para curar enfermedades contra las que no ha hallado remedio la medicina actual.

La parte dirigida al espíritu es la Cienciología, cuya finalidad es liberar al hombre de sus «engramas» para que tenga poder sobre la materia, la energía, el espacio, el tiempo y el pensamiento. El fiscal aprecia en el desarrollo de la Iglesia de la Cienciología en España los delitos de asociación ilícita; contra la hacienda pública, por no pagar impuestos; intrusismo, por suministrar medicinas a toxicómanos y tratamiento psiquiátrico a adeptos sin profesionales cualificados para ello; además de amenazas y lesiones.

Asimismo, considera que algunos de los acusados cometieron delitos contra la salud pública, por los preparados suministrados en los «narconones»; delitos laborales, por la situación de los empleados de la organización; simulación de delito y denuncia falsa, por un robo presuntamente fingido para inculpar a un adepto; y usurpación de funciones y detención ilegal, por el arresto en el aeropuerto de Barajas a otro miembro al que deseaban apartar de la Iglesia.