Cada domingo, el templo católico más antiguo de Estados Unidos es la sede de una misa que es transmitida por televisión vía satélite desde Alaska hasta la Patagonia, con una audiencia calculada entre 12 y 15 millones de personas.
El padre David García celebra la «Misa de las Américas» pasando del inglés al español, tratando de que los fieles de los dos idiomas puedan seguir la eucaristía sin problemas.