Chirac criticó además el «secreto» que rodea el «desarrollo de organismos genéticamente modificados» (OGM) e indicó que Francia ha presentado a la Comisión Europea un llamamiento para que sea reexaminada la cuestión de la posibilidad de patentar el genoma humano contenida en la directiva europea relativa a la protección de las invenciones biotecnológicas.
El presidente francés afirmó que «no es favorable a la autorización de clonación terapéutica», planteada en un anteproyecto de ley de revisión de las leyes de bioética que rigen en Francia desde 1994. Según el presidente francés, la clonación «lleva a crear embriones con fines de investigación y de producción de células, y, pese a la prohibición, hace que sea materialmente posible la clonación reproductiva y plantea el
riesgo de llevar a tráficos de ovocitos».
«El Parlamento (francés) deberá examinar si corresponde mantener la prohibición de toda investigación sobre el embrión», dijo Chirac, insistiendo en que «ese debate no debe hacer prevalecer una concepción utilitarista del ser humano».