Por el momento, más de 124 mil personas han tenido que ser evacuadas (incluyendo las poblaciones que vivían en la zona del pantano de Cahora Bassa) y 41 han perdido la vida. Las ciudades más afectadas son Luabo y Marromeu, en las que se han evacuado a diez mil personas.
Frente a la emergencia, la Conferencia episcopal ha lanzado un llamamiento para recoger ayudas para las víctimas de las inundaciones. El arzobispo de Maputo, el cardenal Alexandre José María dos Santos, ha dirigido un llamamiento a través de la agencia misionera de la Santa Sede, Fides: «La arquidiócesis de Maputo considera urgente la construcción de nuevas casas para los afectados por las inundaciones que han quedado sin techo, pero tenemos que afrontar también el problema de la Catedral que, a causa de las lluvias torrenciales, se encuentra en un estado verdaderamente deplorable».