BRASILIA, 28 feb 2001 (ZENIT.org).- Con el lema «Cristo es la libertad de todos los encarcelados» la Comisión Episcopal de Pastoral brasileña ha hecho pública una nota sobre la difícil situación de las cárceles en Brasil.
El mensaje de los obispos se produce a raíz de los motines que se han extendido a todas las prisiones y que ha afectado a 29 centros penitenciarios de 19 ciudades del estado de Sao Paulo, tras la decisión de las autoridades de transferir a algunos presos a otros lugares de detención.
La rebelión, cuya manifestación más extrema se ha dado en la prisión de Carandirù de Sao Paulo, se concluyó con la muerte de 19 personas y la liberación de los cinco mil rehenes, entre funcionarios de prisiones, vigilantes y familiares, secuestrados por los amotinados.
Ante estos trágicos acontecimientos y la crisis carcelaria, la Comisión Episcopal para la Pastoral ofrece su propia aportación en un mensaje, «con el deseo –escriben los obispos– de contribuir a situar a la persona humana de los presos y de sus familiares en el centro del camino educativo que tiende a su plena reinserción en la sociedad».
Los obispos brasileños expresan también su deseo de que se agilicen los procedimientos judiciales que se refieren a los presos preventivos, estudiar la posibilidad de penas alternativas al internamiento, instituir presidios más pequeños que los grandes establecimientos penitenciarios, crear posibilidades de trabajo para los mismos internos, dándoles para ello una instrucción básica y orientación profesional además de asistencia física, psicológica y espiritual.