ROMA, 6 septiembre 2001 (ZENIT.org).- Después de Génova, Roma se convertirá en el centro de las manifestaciones de protesta de los grupos antiglobalización con motivo de la Cumbre Mundial de la Alimentación, organizada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que debería celebrarse en la capital italiana entre el 5 y el 9 de noviembre.
Con este motivo, el pasado miércoles, en el Capitolio, sede del Ayuntamiento de Roma, tuvo su primera asamblea el recién nacido Roma Social Forum (RSF), que busca ser un espacio paralelo de debate sobre los argumentos que se tratarán en la asamblea de la FAO.
Esta institución retoma la idea del Genova Social Forum que organizó las protestas más numerosas en la pasada cumbre de Génova, el mes de julio pasado, con motivo de la reunión de los países más industrializados del planeta (G-8) y que degeneró en actos vandálicos de protestantes y en una desmesurada violencia de la Policía italiana.
En el Roma Social Forum, estarán la RAGE (Red Antiglobalización Económica) que agrupa a varios partidos de izquierda y otros colectivos sociales, así como los «monos blancos» («tutte bianche», movimiento de jóvenes vestidos con buzos de ese color que une a una variopinta mezcla de pacifistas, libertarios, ecologistas, etc.) y varios centros sociales.
Lo más significativo es que algunos grupos del Roma Social Forum han tratado de presionar a Caritas y otras organizaciones católicas para que formen parte de esta organización, incluyendo su nombre en una lista de miembros publicada en los periódicos.
Las organizaciones católicas han protestado duramente por este abuso. El director de Caritas Italia, el padreVittorio Nozza, explica que «como organismo pastoral, junto a otras entidades del mundo eclesial, seguiremos nuestro camino a favor de una globalización solidaria, en defensa de los derechos y de la dignidad de los más pobres».
«Es más –aclara el padre Nozza–, a la luz de los hechos de Génova, nos sentimos llamados a una nueva etapa de compromiso educativo, en especial hacia los jóvenes, y a propuestas que responsabilicen en una educación para la paz, la no violencia».
También las Asociaciones Cristianas de Trabajadores Italianos (ACLI) han precisado que no formarán parte del Roma Social Forum. Es más, según los sindicatos católicos italianos, el Roma Social Forum no tiene razón de ser, porque existe ya «un interlocutor creíble y acreditado» para la cumbre da la FAO que «es el Foro de las 400 ONG del que forman parte también las ACLI».
Por su parte, el editorial de la revista «Nigrizia», editada por los misioneros combonianos, que participaron en las manifestaciones del G-8 en Génova, afirma que «de ahora en adelante, el movimiento no podrá nunca más estar en las mismas plazas donde se expresa la idiotez delictiva de los «Black Bloc». Seguramente algunos de los socios del Genoa Social Forum no han reflexionado suficientemente sobre la no violencia».
El gobierno italiano teme que Roma se convierta en el escenario de salvajes manifestaciones de protesta en esas fechas de noviembre, como las que se verificaron en Génova, con millones de dólares de pérdidas por actos de vandalismo y la muerte de un joven, que murió por los disparos por un policía italiano atacado. En esta ciudad, que rebosa arte por los cuatro costados, las pérdidas podrían ser ingentes.
Por este motivo, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el director general de la FAO, Jacques Diouf, han creado una Comisión mixta que deberá buscar una sede fuera de la capital italiana para celebrar la Cumbre Mundial de la Alimentación.