VENECIA, 2 septiembre 2001 (ZENIT.org).- En el ámbito del Festival de Cine de Venecia, el arzobispo John P. Foley, presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, entregó el pasado sábado el premio «Robert Bresson» al director de cine portugués, Manoel de Oliveira.

El prestigioso reconocimiento ha sido atribuido por la publicación italiana «Revista del cinematógrafo» y por la dirección artística del Festival «Tercer Milenio», con la colaboración del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales y del Consejo Pontificio para la Cultura.

El arzobispo estadounidense explicó, citando las motivaciones del jurado que ha atribuido el premio, que De Oliveira, «sumamente querido por la crítica cinematográfica de todo el mundo, es considerado como una de las mejores expresiones del cine católico internacional».

«Estoy muy emocionado por este reconocimiento --dijo el cineasta luso al recibir el galardón--. A los 92 años me siento como si todavía tuviera 29 años, con muchas cosas por aprender».

Además, añadió de Oliveira, «este premio se me asigna bajo la égida del Vaticano y del Papa Juan Pablo II, quien más que ninguno de sus predecesores se ha comprometido y se compromete con profunda entrega en el objetivo de acercar a todos los credos religiosos monoteístas y sobre todo, con tolerancia, persigue el profundo deseo de alcanzar la paz entre los pueblos».

En la concurrida ceremonia participaron el director del Festival de Cine de Venecia, Alberto Barbera, así como los máximos exponentes de los Ministerios de Cultura de Portugal e Italia.

De Oliveira, que comenzó su carrera de dirección cinematográfica en los años treinta, es autor de más de treinta películas como «Palabra y utopía» («Palavra e Utopia») 2000, «La Carta» («A Carta») 1999, o «Viaje al principio del mundo» («Viagem ao Princípio do Mundo») 1997.

Durante la ceremonia de premiación se presentó, además, el libro «Juan Pablo II y el cine», cuya introducción ha sido escrita por el arzobispo Foley, «ministro» de las Comunicaciones de la Santa Sede, y que recoge las actas del Congreso internacional sobre cine y espiritualidad, celebrado el mes de diciembre pasado en Roma, en vísperas del Jubileo del Mundo del Espectáculo.

Dolor del Papa por el asesinato de un misionero en Filipinas

CIUDAD DEL VATICANO, 2 septiembre 2001 (ZENIT.org).- «Profundamente entristecido» por el «brutal asesinato» del misionero irlandés Rufus Halley, religioso de los Padres de san Columbano, acaecido el 28 de agosto en la isla filipina de Mindanao, Juan Pablo II ha expresado sus sentimientos de pésame a los hermanos en religión, a los familiares, y amigos del sacerdote, en un telegrama firmado por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano.