GINEBRA, 17 septiembre 2001 (ZENIT.org).- Naciones Unidas ha constatado la tragedia que provocarían ataques indiscriminados contra las poblaciones civiles en Afganistán, en respuesta a los ataques terroristas sufridos por Estados Unidos y que son atribuidos a Osama Bin Laden, líder islámico acogido por el régimen talibán.
«Sería una catástrofe humanitaria para millones de afganos ya reducidos a la miseria por decenios de guerra y más recientemente por el régimen integrista de los talibán», afirman los portavoces la oficina humanitaria de la ONU para Afganistán, en esta sede.
La tragedia, de hecho, ya ha comenzado. La salida del país de cientos de cooperantes tras los ataques terroristas, ha provocado la interrupción de los programas de asistencia. Cerca de tres millones de afganos sobrevivían hasta ahora gracias a la ayuda del Programa Alimentario Mundial de la ONU (PAM) que en los últimos meses ha tenido problemas con el régimen talibán.
Según datos de la oficina humanitaria de la ONU para Afganistán, casi seis millones de personas están en condiciones de «vulnerabilidad».
El 85 por ciento de los casi 20 millones de afganos viven en zonas rurales; sólo el 15 por ciento en ciudades. Muchos han vivido en guerra durante 22 años. La mayoría de la población debe afrontar diariamente una dura batalla: lograr llevar algo de comer a casa.
La mayor parte de la gente no tiene un coche para abandonar el país. Además, Pakistán cerró prácticamente este lunes sus fronteras para impedir la llegada de refugiados afganos. Irán ya lo había hecho antes.
En Islamabad se extiende el miedo de que afganos fieles a los talibán organicen ataques en su país en caso de una respuesta estadounidense u occidental a los ataques.
En los últimos meses, 170.000 prófugos, en fuga de la guerra y la sequía, atravesaron el confín para refugiarse en Paquistán, que ya desde el año pasado había puesto en marcha una política encaminada a la expulsión.
En total Paquistán ha recibido, en el curso de veinte años a casi 1,2 millones de refugiados, mientras que casi 1,3 millones de afganos viven en Irán.
Los talibán, sin embargo, se preparan para la guerra… En un discurso radiofónico (no existe la televisión) a la nación de 17 minutos, pronunciado este domingo por el líder espiritual de los talibán, el mulá (Mullah Mohammad Omar), recordó las muchas invasiones que ha sufrido el país, en particular la soviética de los años ochenta, y animó a la población a dar la vida por el Islam.
El régimen de los talibanes, que controla el 95% del terrotorio y lleva cuatro años en el poder, era reconocido hasta ahora únicamente por Arabia Saudita, Paquistán y los Emiratos Arabes.
Estados Unidos, constatan las fuentes de la ONU en Ginebra, se enfrenta ahora ante el difícil desafío de hacer justicia a los responsables de los atentados contra Nueva York, Washington y Pennsylvania, sin causar la vida de miles de vidas inocentes de civiles afganos.