Navarro-Valls: El Papa no debería ser el objetivo del terrorismo

Desmiente que el Vaticano haya recibido informaciones de EE. UU.

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ASTANA, 23 septiembre 2001 (ZENIT.org).- El portavoz vaticano ha desmentido revelaciones de varios medios informativos de Rusia y Roma, según las cuales, el gobierno estadounidense habría asegurado al Papa que no lanzaría intervenciones militares en la región asiática de Afganistán durante su visita a Kazajstán.

Al mismo tiempo, Joaquín Navarro-Valls, director de la Oficina de Información de la Santa Sede, en declaraciones a la prensa en la capital kazaja, ha respondido a otras preguntas sobre posibles ataques terroristas contra Juan Pablo II y sobre su salud.

–¿Ha pedido alguien a Juan Pablo II aplazar su viaje a Kazajstán y Armenia?

–Navarro-Valls: No puedo confirmarlo. Era un viaje planificado desde hace mucho tiempo, los dos países ya lo habían preparado todo. Obviamente el Papa comentado con sus colaboradores la conveniencia de realizarlo, pero desde el primer momento dijo: este viaje hay que realizarlo. Ciertamente la situación internacional es preocupante. Pero, en este clima, la visita del Papa a Kazajstán, donde hay tantas minorías, asume una nueva dimensión simbólica, en la que el pontífice puede exhortar a la mutua convivencia entre los pueblos.

–¿Habéis recibido garantías de Estados Unidos sobre el hecho de que no habrá un ataque hasta que el Papa haya completado el viaje?

–Navarro-Valls: Lo puedo negar. No hemos recibido estas garantías, y sobre todo no las hemos pedido. Tampoco nos las han ofrecido espontáneamente.

–Se ha hablado del Vaticano y del Papa como un posible objetivo de los terroristas islámicos. ¿Es una amenaza seria?

–Navarro-Valls: No puedo dar un juicio sobre la seriedad de estas afirmaciones, pues no hay hechos que lo confirme de los que tengamos conocimiento. Lo he leído en los periódicos, pero no se ha recibido ningún dato apoyado por hechos.

–¿Por qué no ha venido con el Papa el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado?

–Navarro-Valls: Por una razón logística. En estos días, ha habido contactos con las autoridades de varios países y comunidades religiosas, que desean saber cuál es el punto de vista del Papa sobre la situación internacional, o que piden discutir con la Santa Sede sobre diferentes puntos de vista. Hubiera sido difícil realizar todo este trabajo en movimiento por Kazajstán y Armenia. Por este motivo, el Papa ha pedido al secretario de Estado que mantenga estos contactos en Roma. Es una razón logística.

–Aquí, en Astana, se habla de posibles infiltraciones de Afganistán sobre la frontera del sur, a través de Uzbekistán y Tayikistán.

–Navarro-Valls: El tema de la seguridad, aquí, en Astana, no causa preocupación. Por lo que se refiere a los rumores que hablan de infiltraciones, creo que se trata más bien de intentos de emigración desde Afganistán a los países de esta región por temor a una posible situación de violencia.

–¿Tiene miedo el pontífice de una represalia indiscriminada?

–Navarro-Valls: Hay que estar atentos y veremos qué es lo que pasa. En los discursos pronunciados por el pontífice en los días pasados se han enunciado los parámetros de carácter ético para afrontar una situación difícil. Y esto desde el día del desastre, con el telegrama enviado inmediatamente al presidente Bush. El Papa volverá sobre el argumento. He visto que en los últimos días ha retocado los discursos que ya había preparado.

–Juan Pablo II parece estar cansado en estos días. ¿Cómo va de salud?

–Navarro-Valls: El mismo hecho de emprender un viaje como éste, con cambios de clima, de idioma –hablará siempre en ruso– es un diagnóstico y una respuesta.

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ZENIT Staff

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