Los combonianos proponen cambiar el nombre a las ONG

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Para evitar su manipulación política por parte de los gobiernos

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ROMA, 12 octubre 2001 (ZENIT.org).- Hay quien sostiene que se debe replantear el papel de las organizaciones no gubernamentales en un mundo que cambia. El debate lo ha suscitado la revista «Nigrizia», de los misioneros combonianos, en su último número.

Según la revista, la célebre sigla ONG no refleja ya la realidad y propone elegir una nueva.

El padre Renato Kizito Sesana, en un artículo de la revista, propone una reflexión sobre la vocación originaria y la actual línea de acción de las ONG y presenta un cuadro más bien alarmante.

No sólo –escribe Kizito, relanzando la autocrítica de Tony Waux, durante años directivo de la ONG católica inglesa Oxfam– muchas organizaciones no gubernamentales de inspiración cristiana parecen a menudo movidas por una «poco cristiana voluntad de poder».

Existe el problema todavía más crucial de que los países de origen de las organizaciones financian las operaciones de ayuda en el tercer mundo, pero con la pretensión de controlar políticamente las intervenciones.

Por otra parte, añade, la clase gobernante de los países pobres intenta sistemáticamente usar las acciones de desarrollo en su proprio interés, con una fuerte influencia sobre la gestión de los fondos y el riesgo real de favorecer «la corrupción y la irresponsablidad de los políticos y los burócratas locales».

Para Kizito ha llegado la hora de cambiar de estrategia. Si durante años se ha mantenido que no bastan las intervenciones de emergencia, sino que hay que sensibilizar al mundo rico «con instrumentos como el banco ético, el comercio justo y solidario, el consumo crítico y la presión política», hoy parece también esencial trasladar esta lógica a los países pobres replanteándoles en ellos la experiencia de autoconciencia hecha en el mundo rico.

Se trataría de dar no sólo ayuda material sino apuntar cada vez más a la educación, la sensibilización, los derechos humanos e incluso la presión política. Aún a riesgo de perder la financiación de los gobiernos o verse vetada la entrada en países con regímenes fuertes.

Sería, por tanto un cambio de contenido de las ONG que requeriría un cambio de nombre. El padre Kizito propone OSC, organizaciones de la sociedad civil.

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ZENIT Staff

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