CIUDAD DEL VATICANO, 24 octubre 2001 (ZENIT.org).- Tras los atentados contra Estados Unidos del 11 de septiembre «la situación ha cambiado» y es posible «crear una vasta alianza por la vida y la paz», afirma Su Beatitud Gregorio III Laham, patriarca de Antioquía de los greco-melquitas.
La opinión de este líder católico oriental es significativa, pues no sólo fue durante 26 años vicario patriarcal en Jerusalén, sino que su Iglesia está sumamente integrada en Oriente Medio hasta el punto de que el rito tradicional es en árabe.
«Ahora la situación es favorable para la paz –constató–, pues Tony Blair y George W. Bush están dispuestos a la creación del Estado palestino».
Según el patriarca de esta Iglesia de millón y medio de fieles esparcidos por Oriente Medio y la diáspora, «hay que garantizar más desarrollo y trabajo para garantizar la paz. Sólo de esta manera se puede combatir el fundamentalismo, el radicalismo y el terrorismo».
«Hay que considerar que la ira de los fundamentalistas se dirige también contra los líderes árabes moderados –añadió Gregorio III, de 68 años de edad–. Hay que decir con fuerza que la última palabra no es la guerra sino la paz».
El patriarca, que ofreció esta declaraciones a la prensa el pasado martes al margen de las sesiones del Sínodo de los obispos que se celebra este mes de octubre, recordó que en el momento en que el hablaba «se estaba celebrando en Palestina una marcha por la paz con los líderes de las trece iglesias cristianas que iban de Belén a la Basílica de la Natividad».
El gesto constituía un acto de oración y de paz tras la ocupación militar israelí de varias ciudades de Cisjordania, en represalia por el asesinato del ministro dimisionario Rehavaam Zeevi. El líder greco-melquita, que nació en Damasco y con sede en la capital siria, recordó que en los choques de los días pasados murieron tres cristianos y que «como ha subrayado el Papa con fuerza, la paz debe prevalecer sobre todo».
Respecto a la posición israelí, Gregorio III opinó que, en estos momentos, «no se trata de combatir una guerra. Tras los atentados contra las Torres Gemelas, la situación ha cambiado y es posible crear una vasta alianza por la vida y por la paz».
Por último, afrontando la cuestión de las relaciones con el mundo musulmán, el patriarca greco-melquita afirmó que «el Islam no es compacto, es diferente de un lugar a otro» y, en cuanto a su país, Siria, «tras los atentados contra Estados Unidos, las relaciones entre musulmanes y cristianos han mejorado. El diálogo se está acelerando como respuesta al terrorismo».