RIAD, 26 octubre 2001 (ZENIT.org).- El máximo líder religioso de Arabia Saudita ha denunciado los asesinatos de cristianos y judíos que viven en países musulmanes, afirmando que están prohibidos por el Islam.
«Quien mata a quienes han firmado acuerdos y quienes han recibido nuestras garantías de seguridad no respirarán la fragancia del paraíso», dijo el jeque Abdulaziz al-Sheik en una entrevista publicada el miércoles por el diario «Al-Riyadh».
El muftí se refiere a los acuerdos de paz que el profeta Mahoma firmó con judíos y cristianos que vivían en territorio musulmán en los inicios de esta religión.
Al-Sheik dijo que semejantes asesinatos tendrían «graves consecuencias, incluyendo la agitación, sedición y menoscabo de la seguridad». El muftí dijo que tales asesinatos están «prohibidos» por el Islam.
Sus comentarios parecen ser una respuesta a los de un portavoz de la red Al-Qaida de Osama Ben Laden que, a principios de este mes, amenazó las vidas de los estadounidenses y británicos que viven en el Golfo Pérsico.
Suleiman Abu Ghaith dijo que Al-Qaida ordenó a los estadounidenses y británicos dejar la península arábiga porque «la tierra arderá bajo sus pies, Dios mediante».
Al-Sheik, que fue nombrado por el rey saudita, mostró su enfado al constatar que muchos musulmanes se quedaron solos –entre prominentes clérigos regionales que emitieron decretos religiosos, o fatwa, en abril–, cuando condenaron como contrarios al Islam los atentados kamicazes palestinos en Israel.