HARARE, 17 febrero 2002 (ZENIT.org).- Los obispos católicos han llamado a la calma, tras el clima de violencia que está provocando la convocatoria de los comicios en Zibabwe, previstos para los próximos 9 y 10 de marzo.
Por otra parte, un grupo de 17 iglesias cristianas con sede en Bulawayo han hecho público un comunicado, el pasado día 9 de febrero, denunciando la violencia y haciendo una severa advertencia a los medios patrocinados por el Estado para que dejen de demonizar a sus líderes como títeres de gobiernos e instituciones extranjeras.
Estos comicios se producen tras 22 años en el poder del presidente Robert Mugabe que se ha visto obligado a aceptar a regañadientes la presencia de observadores internacionales. Ha sido acreditado un equipo de treinta observadores de diversos países de la Unión Europea.
Los obispos católicos exhortan a apaciguar las tensiones y a organizar las elecciones presidenciales «pacíficamente y en un clima de armonía».
En una carta abierta publicada en la prensa, los obispos han pedido a todas las partes políticas que eviten las provocaciones, violencias e intimidaciones que puedan de cualquier modo influenciar el resultado de la votación.
Por otra parte, se ha publicado un comunicado en Bulawayo firmado por la Iglesia católica, así como las comunidades Anglicana, Metodista, Palabra de Vida, Fe Apostólica, Evangélica Luterana y Presbiteriana.
Sus representantes afirman que están preocupados por la aprobación en el Parlamento de la Ley de Orden Público y Seguridad que les exige un permiso del Estado para celebrar oraciones en público.
El periódico «The Chronicle» ha acusado a monseñor Pius Ncube, arzobispo católico de Bulawayo, de politizar a la Iglesia convirtiendo sus sermones en «manifestaciones políticas».
Los cristianos también fustigan la actual cultura de la violencia extendida en todo el país por considerarla como no cristiana e inaceptable: «Deploramos en los términos más enérgicos como inaceptable golpear, secuestrar, torturar, hostigar e intimidar a la gente que se ocupa de sus legítimos asuntos».
Los representantes de Iglesias y comunidades cristianas también expresaron su solidaridad con las familias de quienes han sido asesinados, heridos, mutilados e importunados durante la violencia e intimidación.
«Las viudas, huérfanos y supervivientes son miembros de nuestras Iglesias y comunidades y les hacemos llegar nuestras más sinceras condolencias», dicen.
En relación a las elecciones, los líderes cristianos afirman: «Apelamos a los ciudadanos de Zimbabwe amantes de la paz que vayan a los comicios para ejercer su derecho constitucional con una clara conciencia, de modo libre y justo».