ROMA, 4 marzo 2002 (ZENIT.org).- «Los pobres no pueden esperar». Este será el lema del llamamiento que mañana, 5 de marzo, presentarán 36 asociaciones católicas en Roma con vistas a la Conferencia Internacional de la ONU que tendrá lugar del 18 al 22 de marzo en Monterrey, México, sobre Financiación del Desarrollo.
Con el llamamiento, la asociaciones han escrito también una carta al primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, en el que piden «al Gobierno italiano que se empeñe con decisión en el éxito de la Conferencia de Monterrey».
Las 36 asociaciones y organizaciones católicas italianas que han suscrito el llamamiento son las mismas que se reunieron en Génova, el 7 de julio de 2001, antes de la cumbre del G-8, donde en un manifiesto habían pedido a los siete países más industrializados y Rusia que asumieran «compromisos concretos para la promoción de una mayor justicia social global».
Las asociaciones han vuelto a unirse porque consideran que la Conferencia Internacional sobre Financiación al Desarrollo es «una etapa fundamental de este camino hacia el logro de los objetivos de desarrollo, disminución a la mitad de pobreza y la promoción de la justicia social».
«Es una ocasión –dice el llamamiento- que no se puede perder, porque los pobres no pueden esperar más».
«Los poderosos de la tierra deben asumir las responsabilidades que les competen a la hora de garantizar un desarrollo igualitario y sostenible a todas las mujeres y todos los hombres del planeta», concluyen.
La cumbre de Monterrey será la primera Conferencia de la ONU convocada para examinar las principales cuestiones financieras y las cuestiones relacionadas con el desarrollo mundial.
Por este motivo, participarán de manera activa el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio, así como de representantes de la sociedad civil y del sector empresarial.
Los países estarán representados en Monterrey por funcionarios de los ministerios de hacienda y relaciones exteriores.