La Iglesia Evangélica Luterana de Noruega ha sido la religión oficial de Noruega desde 1537. El año pasado, el 86% de la población noruega de 4,5 millones estaba en la lista de miembros, aunque la práctica religiosa es muy baja.
Tras cuatro años de estudio, una Comisión del Gobierno, respaldada por el Consejo de la Iglesia de Noruega dijo que ha llegado el momento de separar la Iglesia y el Estado.
«En principio, todas las religiones deberían ser tratadas igualmente», dijo Trond Bakkevig, el teólogo luterano que ha presidido la comisión de 17 miembros.
Haría falta una enmienda constitucional para acabar con el sistema de iglesia estatal. Tales enmiendas deben ser aprobadas por dos parlamentos consecutivos, de manera que la fecha más pronta posible para el cambio sería después de la elecciones generales de 2005. No quedó claro si se presentará una enmienda.
La comisión dijo que la financiación y la toma de decisiones de todos los grupos religiosos deberían ser hechas por los miembros de la congregación. Afirmó que se debería dar a la Iglesia mayor libertad.
En los últimos años, líderes de la iglesia estatal y el Gobierno han estado frecuentemente en desacuerdo, especialmente sobre los contratos. Dado que el Gobierno emplea a los dirigentes de la Iglesia y al clero, tiene la última palabra sobre quién ocupa el puesto.
En 2000, el Gobierno desafío las orientaciones de la Iglesia y permitió el nombramiento de un sacerdote abiertamente homosexual en Oslo. En el actual sistema, otras religiones y grupos creyentes, tales como el ateo Unión Etica Humana, son libres de practicar sus creencias y pueden pedir financiación gubernamental en virtud de su número de miembros.