VIENA, 24 marzo 2002 (ZENIT.org).- En Austria, «la religión no se define ya como una cuestión privada». Lo ha puesto de relieve un estudio dirigido por el sociólogo Paul Zulehner, decano del Instituto de Teología Pastoral de la Universidad de Viena, que ha seguido treinta años de vida religiosa austríaca.
Los resultados han sido presentados y debatidos en la reciente asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal.
La sorpresa viene de las declaraciones de muchos austríacos que han afirmado que «una dimensión religiosa de la propia visión del mundo debe tener consecuencias visibles».
Zulehner, en declaraciones recogidas por la agencia SIR–, explica que se trata de «señales concretas» que «indican que se está produciendo una inteligente «reinstitucionalización» de la fe», especialmente a través de la creación de «nuevas redes» «entre quienes se interesan por la religión».
Según el coordinador del estudio, está desapareciendo también «una actitud egoísta ante una fe vivida sólo para sí mismo o porque te hace sentirte bien».
Estos nuevos factores, si bien por un lado «subrayan la falsedad de las previsiones que veían una progresiva desaparición de la fe en el Occidente secularizado», por otra parte exigen de la Iglesia un ulterior esfuerzo pastoral.
El 30% de los creyentes analizados por el estudio es calificado como «aquellos cuya fe es puro ruido». Aumenta también en Austria quienes se preparan una especie de religión a la carta, es decir, mezclan «alternan posturas cristianas con modelos de pensamiento que vienen del Extremo oriente, pero también con una concepción humanista o natural de la existencia», dice el informe.
El 56% de los entrevistados se declara «formalmente perteneciente» a una Iglesia. Y el 42% de ellos es definido como «cristiano-social», es decir, «espera de la Iglesia un decidido compromiso en la vida pública y civil del país».