MADRID, 1 octubre 2002 (ZENIT.org).- Según la memoria presentada por las Obras Misionales Pontificias (OMP) del año 2001, España es el segundo país del mundo, después de Estados Unidos, en cuanto a donaciones a la obra misionera de la Iglesia.

El país ibérico es también el que cuenta con mayor número de misioneros en tierras de evangelización. Una sola de las comunidades autónomas [regiones en que se divide el país], Castilla y León, aporta a la extensión de la buena noticia seis mil misioneros.

La OMP-España ha visto incrementar en un 2% sus ingresos, a pesar de la campaña de ciertos medios de opinión sobre sus inversiones en la controvertida Gescartera.

Lo recaudado asciende a un poco más de 20 millones de dólares, obtenido en las campañas de Infancia Misionera (unos 2,3 millones), la Obra de San Pedro Apóstol (unos 2,3 millones) y la Obra de Propagación de la Fe (Domund), la más enjundiosa con en torno a 15,7 millones.

Las mayores aportaciones de fondos provenientes del Domund de España, destinadas de acuerdo con las OMP de Roma según las urgencias, han sido para Asia, un 40%; en América, 35%; Africa, 18%; Oceanía, 6% y Europa, 1%.

El director de las OMP-España, el obispo de Osma-Soria, Francisco Pérez, manifestó a los medios de comunicación que India es uno de los principales destinatarios de los fondos donados por los españoles y que gracias a ello se mantienen en el país asiático 835 proyectos.

El prelado, durante la presentación de la Memoria, destacó que «muchas comunidades autónomas ahora nos piden a obispos y misioneros que les presentemos proyectos donde invertir, porque saben que el dinero va a llegar y cada vez tenemos más fiabilidad».

Por último indicó que de los 200.000 misioneros que se estima existen en el mundo, un 10% proceden de España, unos 20.000. De los cuales, 15.000 son religiosos, más de 1.000 sacerdotes y unos 600 seglares. Estimaciones a la baja, porque muchos no entran en las estadísticas de la Iglesia. «Además --indicó-- hemos contado entre las filas españolas a un centenar de obispos misioneros».