ROMA, 11 oct 2002 (ZENIT.org).- El papel de los periodistas como narradores y divulgadores del Concilio Vaticano II ha sido puesto de relieve en un coloquio entre historiadores y profesionales de los medios en la sede de la Asociación de Prensa Extranjera de Roma.
El encuentro celebraba este viernes el cuadragésimo aniversario de la inauguración solemne de este acontecimiento que imprimiría un impulso decisivo a la Iglesia católica.
El historiador y fundador de la Comunidad de San Egidio, Andrea Riccardi subrayó la importancia de la prensa en la transmisión y recepción del Concilio Vaticano II, el primero en el cual los periodistas tuvieron un papel determinante.
Riccardi ilustró cómo «a partir del Concilio Vaticano II la Iglesia no «monologa» sino que «dialoga»», y puso de manifiesto que «el Concilio preparó a la Iglesia católica para este mundo globalizado e interreligioso actual».
El fundador de la Comunidad de San Egidio también recordó la convocatoria del concilio por parte de Juan XXIII, los recelos que la falta de un programa concreto originaron y la errónea recepción que se hizo de este hecho por parte de algunos sectores que no entendieron qué pretendía el Papa.
El periodista Giancarlo Zizola, que siguió el concilio desde el primer día hasta el último, explicó cómo por primera vez el debate conciliar llegaba a la gente no por los medios clásicos –eclesiásticos– sino a través de los medios de comunicación.
Zizola admitió que los periodistas tuvieron que luchar para informarse e informar debidamente, y en muchas ocasiones actuaron como «auténticos detectives».
Reveló que los periodistas se encontraban cada tarde con alguno de los padres conciliares y recibían sus apuntes, que eran la base para las noticias que aparecían al día siguiente en la mayoría de rotativos internacionales.
Además, las fuentes de información para los profesionales de los medios llegaban también a través de los teólogos participantes en el concilio –Yves Congar, y Marie-Dominique Chenu etc.–, que se encontraban en cenas con periodistas y otros padres conciliares, aclaró Zizola.
El productor televisivo y ex director general de la RAI (televisión pública italiana), Ettore Berbabei, rememoró un viaje que hizo a Moscú en el que logró convencer al patriarcado de Moscú para que participara en el Concilio.
Bernabei coloreó sus explicaciones con ricas anécdotas del viaje y su encuentro con las autoridades soviéticas y eclesiásticas para persuadirlas.
Un ejemplo que demuestra que los comunicadores pueden promover incluso con seriedad profesional las buenas relaciones ecuménicas, concluyó.