MIAMI, 7 noviembre 2002 (ZENIT.org).- Por primera vez en la historia, los obispos de Estados Unidos y de México quieren aprobar una declaración pastoral conjunta: el argumento será el tráfico y el movimiento de personas a través de la frontera entre los dos países.
El argumento será afrontado en las reuniones de noviembre de ambos episcopados con el objetivo de publicar el documento simultáneamente en inglés y en castellano el 22 de enero, aniversario de la carta pastoral de Juan Pablo II «La Iglesia en América» (1999).
«El problema migratorio afecta a ambos países», afirma Monseñor Carlos Talavera, obispo emérito de Coatzacoalcos, en el estado de Veracruz, y miembro de la Comisión Episcopal para la Pastoral de Movilidad Humana, Conferencia del Episcopado Mexicano, en declaraciones concedidas a la última edición de «La voz católica» de la arquidiócesis de Miami.
El obispo auxiliar de Miami, Thomas Wenski, ha revelado que el documento está siendo redactado en respuesta a una petición hecha hace más de un año por los obispos del denominado Tex-Mex cuyas diócesis son aledañas a la frontera estadounidense-mexicana.
«Creo que el acontecimiento clave fue el Sínodo de Obispos para América. Muchas actitudes se vieron transformadas por esa vía», afirma Monseñor John Manz, obispo auxiliar de Chicago y miembro del Comité Estadounidense de Obispos para la Migración.
Aunque la declaración versa sobre la realidad de la migración mexicana, los miembros del Comité albergan la esperanza de que responda también a las necesidades espirituales de todos los inmigrantes y refugiados.
«Esperamos expresar algo positivo, algo que ilumine a los afectados por el fenómeno que es uno de los mayores signos de nuestra época, la migración de la gente», asevera el obispo Wenski.
La Iglesia mexicana debe buscar respuestas pastorales a los problemas planteados por el éxodo de la gente, aseveró el obispo Talavera. «En parte, es la separación de las familias. Muchas veces conduce a la escasez de mano de obra en México», expuso.
Antes del 11 de septiembre, el presidente George Bush y el presidente mexicano Vicente Fox se encontraron en el umbral de un histórico acuerdo para legalizar el movimiento de mexicanos de aquí para allá a través de la frontera. El temor provocado por el terrorismo lo ha dejado en suspenso por ahora.
«Afortunadamente, la carta pastoral ofrecerá varias direcciones positivas para esas conversaciones», cuando quiera se reinicien, revela el obispo Wenski.