ASUNCIÓN, 8 noviembre 2002 (ZENIT.org).- Monseñor Claudio Jiménez, obispo de Caacupe, ha sido elegido presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), en sustitución de monseñor Jorge Livieres Banks, obispo de Encarnación.
La elección tuvo lugar en la asamblea plenaria del episcopado celebrada esta semana. Al final de la misma los obispos han manifestado su preocupación por los despidos generalizados de trabajadores a raíz de la crisis económica del país, así como por el nuevo fenómeno de «secuestros-express», el plagio de personas por algunas horas para cobrar rescates millonarios.
«La ola de delincuencia que azota al país nos preocupa porque la sociedad se encuentra insegura», dijo en rueda de prensa este viernes monseñor Adalberto Martínez, portavoz de la CEP.
Agregó que «los «secuestros-express» se están volviendo muy negociables en los últimos tiempos, sumándose a ellos los asesinatos y asaltos que ocurren diariamente, creando temor e incertidumbre en la gente».
Para monseñor Martínez el origen de la violencia en Asunción, área metropolitana y otras urbes, «se debe a la escasa cobertura policial, al estado de frustración de gran parte de la población, principalmente de gente que emigra del interior, y a las condiciones de hacinamiento en que vive la gente por falta de trabajo y vivienda».
Los denominados «secuestros-express», fenómeno común en Brasil y Argentina, comenzaron a registrarse a partir de noviembre de 2001 con el secuestro de comerciantes (sobre todo) a quienes se les exigen millonarias sumas para su liberación.
Es difícil para las autoridades recopilar datos fidedignos sobre el número de estos secuestros, pues según la Policía, muchas de las familias afectadas prefieren no denunciarlos por temor a otras represalias de los criminales.
