Campaña de oración y acción de la familia dominica contra la guerra en Irak

El ministro general ha visitado a las comunidades del país

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ROMA, 19 noviembre 2002 (ZENIT.org).- Evitar la guerra: es el mensaje que los religiosos y religiosas dominicos están difundiendo con todos los medios a su disposición, en particular tras la reciente visita a Irak realizada por el maestro general, el padre Carlos Azpiroz Costa.

La hermana Marie Therese Hanna, superiora de las religiosas dominicas del Irak, explica en una carta dirigida a la familia dominica de los Estados Unidos que «continuamos esperando que los esfuerzos de las personas de buena voluntad logren alejar la posibilidad de una nueva guerra».

En su misiva, de la que informa el portal Vidimus Dominum, confiesa los «sentimientos de inquietud y de pánico ante el futuro próximo (¡sabemos lo que significa para nosotros un ataque estadounidense!)».

La hermana Margaret Ormond, promotora de Justicia y Paz, señala que hace un mes la reunión de la Dominican Leadership Conference, de los Estados Unidos, ha aprobado la iniciativa de solidaridad intitulada «Hay una familia en Irak», que busca enviar ayudas materiales y sensibilizar a la opinión pública sobre la situación de la población civil, la más afectada en caso de que se dé una intervención armada.

Por su parte, la hermana dominica Margaret Galiardi, ha intervenido hace algunas semanas en una reunión de parlamentarios de los Estados Unidos para explicar el compromiso de la Congregación en favor de la justicia y la paz, subrayando que la política de los «ataques preventivos» tendrá como único efecto «el que la única superpotencia mundial pierda la posibilidad de asumir realmente un papel de guía en el mundo».

Al regresar de su visita a Irak, el padre Azpiroz ha enviado una carta al Papa, en la que le agradece sobre todo la publicación de la Carta apostólica «Rosarium Virginis Mariae» que convoca un año de oración basado en el Rosario e imprime un nuevo impulso a esta forma de devoción, muy presente y arraigada en la Orden de los Frailes Predicadores.

Al explicar que la publicación del documento se había producido mientras se encontraba en Irak, el padre Azpiroz revela que su viaje buscaba «confirmar en la misión» a las comunidades de religiosas y de religiosos, «en estos tiempos particularmente difíciles».

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ZENIT Staff

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