BELÉN, 24 noviembre 2002 (ZENIT.org).- Fuerzas israelíes, que han circundado la plaza de la Basílica de la Natividad en Belén, impidieron este domingo a los fieles asistir a la eucaristía.
La medida, según han explicado portavoces del Ejército, obedece a las especiales medidas de seguridad adoptadas en esta ciudad, de la que procedía –según parece– el terrorista palestino que mató a 11 personas en un autobús en Jerusalén el jueves pasado.
La comunidad franciscana que custodia la Basílica de Belén celebraba este sábado la tradicional entrada solemne en la Basílica de la Navidad del Custodio de Tierra Santa, el padre Giovanni Battistelli, en preparación de la Navidad.
Fuentes del patriarcado latino de Jerusalén han informado a Zenit que el padre Battistelli entró en silencio junto a algunos frailes franciscanos sacerdotes. En la misa de este domingo, en la contigua iglesia de Santa Catalina, sólo pudieron participar religiosos y religiosas.
El viernes pasado el padre Ibrahim Faltas, custodio franciscano de la Basílica de la Natividad, había pedido sin éxito al Ejército que permitiera el acceso al templo de los fieles, en virtud del respeto del derecho a la libertad de culto.
Controlando el acceso a la plaza, los soldados israelíes pretenden impedir que palestinos se refugien por la fuerza en el templo (como sucedió entre el 2 de abril y el 10 de mayo pasado), considerado por los cristianos como el lugar en el que nació Jesús.