CIUDAD DEL VATICANO, 24 noviembre 2002 (ZENIT.org).- Publicamos las palabras que pronunció Juan Pablo II este domingo, solemnidad de Cristo Rey, al rezar la oración mariana del «Angelus» ante varios miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro.
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¡Queridos hermanos y hermanas!
1. Se celebra hoy la solemnidad de Cristo Rey del universo. Esta fiesta ha sido oportunamente situada en el último domingo del año litúrgico para subrayar que Jesucristo es el Señor del tiempo y que en Él encuentra su cumplimiento todo el designio de la creación y de la redención.
La figura del Rey-Mesías toma forma, en la conciencia del pueblo de Israel, a través de la Antigua Alianza. Dios mismo, a través de los profetas, revela a los israelitas su voluntad de congregarles como hace un pastor con el rebaño para que vivan libres y en paz en la tierra prometida. Con este objetivo, enviará a su Consagrado –el «Cristo» en griego– para rescatar al pueblo del pecado e introducirlo en el Reino.
«Novo millennio ineunte», 46).
3. Entre todas las criaturas angélicas y terrestres, Dios escogió a la Virgen María para asociarla de manera totalmente singular a la realeza de su Hijo, hecho hombre. Es lo que contemplamos en el último misterio glorioso del santo Rosario. Que María nos enseñe a testimoniar con valentía el Reino de Dios y a acoger a Cristo como Rey de nuestra existencia y de todo el universo.
[Traducción del original italiano realizada por Zenit]