«En Cuba, el que es cristiano, me parece que lo es de verdad»

Entrevista al cantautor Luis Alfredo Díaz

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BARCELONA, 26 noviembre 2002 (ZENIT.org).- Hace pocas horas que acaba de regresar de La Habana. Aún cansado por el viaje y con las maletas por deshacer, encontramos a Luis Alfredo Díaz, uno de los cantautores cristianos más conocidos del escenario internacional, que vuelve de Cuba donde ha vivido una intensa semana, dando conciertos y dirigiendo el Primer Seminario de Artistas Cristianos, que se ha celebrado en la isla.

En esta entrevista, Luis Alfredo, de origen uruguayo, pero más o menos asentado en Europa desde hace bastantes años, creador del Multifestival David en 1986, actualmente uno de los festivales de música religiosa más grandes del mundo, cuenta sus vivencias e impresiones de este viaje.

–Luis, ¡bienvenido! Cuéntanos qué es lo que ha quedado grabado en tu retina con más fuerza de esta experiencia.

–Luis Alfredo: Recuerdo a la gente corriendo dentro de la Catedral de La Habana para alcanzar los primeros bancos, una vez que se abrieron las puertas. No estamos acostumbrados en Europa a tales euforias. El concierto duró 2 horas y allí no se movía nadie. Por otra parte ver una catedral repleta de gente, ya es en sí un espectáculo.

–¿Cantaste temas nuevos?. Sé que se grabó el concierto en directo ¿piensas editarlo?

–Luis Alfredo: Sí, contamos con un equipo profesional de primera y entrará dentro de la serie de conciertos en vivo que últimamente vengo editando como «En la Arena. México», «En la Basílica de Guadalupe» (también en México), «En Santo Domingo»,…

Prácticamente todos los temas son nuevos, junto a un pequeño potpurrí de canciones «clásicas» mías. Era emocionante ver cómo el público ya se sabía estas canciones «clásicas», aunque era la primera vez que yo visitaba Cuba.

–¿Qué nos cuentas del seminario que impartiste? ¿cuánta gente asistió? ¿quiénes participaron?

–Luis Alfredo: Asistió una treintena de artistas (aunque había cientos de solicitudes). Pensamos que era mejor empezar con un nivel alto. La mayoría de los participantes eran profesionales o trabajaban en la enseñanza. Gente de las Escuelas de Teatro de La Habana, de los Conservatorios de Música, de la Escuela San Fernando de Pintura,… Y todos con una experiencia de Dios muy clara. Allí no se andan con «chiquitas». El que es cristiano, me parece que lo es de verdad.

–¿Así que no había sólo músicos en el seminario?

–Luis Alfredo: No, no. Nosotros como en el Multifestival David, siempre consideramos a las demás artes con la misma dignidad que a la música. Aunque es verdad que en términos «populares», en todo el mundo, la música está más «desarrollada» en la Iglesia, que por ejemplo la danza.

–Entonces podemos decir que había un buen nivel…

–Luis Alfredo: Sí, sí, ya te digo. Quien no estudiaba en las escuelas superiores, era profesor o vivía ya de su arte. Impresionante. Pero creo que lo más fuerte era ver el grado de identificación de esta gente con Dios y con la Iglesia.

Nosotros estamos acostumbrados a ver una especie de dualidad en Europa entre la vida profesional y la vida de fe. Supongo que un profesional se juega mucho en cualquier parte del mundo cuando se define católico, y en Cuba quizá más. Sin embargo, conocí a muchos excelentes profesionales de muchas artes, que se manifestaban como católicos públicamente y que amaban profundamente a la Iglesia.

–La visita del Papa habrá ayudado mucho en ese sentido a los artistas y a la gente en general…

–Luis Alfredo: Sin duda. La gente ganó en confianza. Y es muy saludable para la isla que se «normalice» la presencia de la Iglesia en la palestra pública.

–Aquí tenemos una imagen de Cuba que supongo está muy distorsionada, por una parte la Cuba de los turistas y la gente de la prensa rosa, y por otra la de la miseria y las restricciones. ¿Cómo encontraste tú la isla?

–Luis Alfredo: Como te decía era mi primera visita. Así que no tenía otra referencia más que la que me habían contado y había leído. Ellos dicen que entraron en uno de sus peores momentos después de la caída de los regímenes comunistas. Alrededor de los años 91 y 92, parece que fue muy dura la vida. Yo veo a la gente bastante desmoralizada, pero bueno… también veo a los argentinos así, y a los colombianos. La desesperanza acampa en muchos lugares de Latinoamérica.

–¿Tienes planes de regresar?

–Luis Alfredo: Bueno, yo recibí para este viaje una invitación oficial de la Conferencia Episcopal Cubana, para que impartiera el seminario a los artistas y diera una serie de conciertos. Todo el mundo ha quedado muy contento y quieren repetir la experiencia el próximo año, abriendo la convocatoria a un Primer Multifestival David Cubano. Contaría con los seminarios, talleres, celebraciones y conciertos habituales del Multifestival David. Les gustaría abrirlo al público, probablemente en la plaza que hay delante de la Catedral de La Habana. Si tal cosa se cumple, será histórica, claro.

–Luis, no tenemos mucho más espacio en esta entrevista. ¿Quieres añadir algo más sobre Cuba y tus recientes actividades allí?

–Luis Alfredo: Aquel pueblo es un pueblo muy «lindo», como dicen por allí. Un pueblo lleno de vitalidad y creatividad, lleno de artistas. Necesitan información de lo que pasa en otros países, inspiración, alicientes, apoyo,… Esto es lo que yo he pretendido dar y ojalá que todo esto repercuta en una semilla de esperanza. «Que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba…», como dijo el Papa.

Por Antonio J. Estevan

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ZENIT Staff

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