CIUDAD DEL VATICANO, 6 abril 2003 (ZENIT.org).- En la audiencia que Juan Pablo II concedió en la tarde del viernes al ministro de Asuntos Exteriores de Francia se subrayó la urgencia de abreviar los sufrimientos provocados por la guerra en Irak y la necesidad de que, tras la guerra, los iraquíes sean protagonistas de su futuro, informa el Vaticano.
Tras el encuentro con el Papa, según explica un comunicado emitido por Joaquín Navarro-Valls, portavoz de la Santa Sede, , Dominque de Villepin se reunió con el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano, y con el arzobispo Jean-Louis Tauran, secretario vaticano para las Relaciones con los Estados.
«Durante los coloquios se hizo referencia a la guerra en Irak y a la necesidad de abreviar los sufrimientos de la población civil, con el auspicio de que la comunidad internacional ayude a los iraquíes a ser por sí mismos artífices de su reconstrucción», revela Navarro-Valls.
Además, se hizo referencia, según el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, «al problema israelo-palestino y una rápida solución, que permita la coexistencia de dos estados soberanos, como condición indispensable para la paz en Oriente Medios».
«Por último –concluye el comunicado–, se mencionó el trabajo de la Convención europea y del futuro Tratado constitucional de Europa para subrayar la importancia de reconocer el papel de las Iglesias y de las comunidades de creyentes.
De Villepin viajó a Roma tras mantener conversaciones en París con sus homólogos Igor Ivanov de Rusia y Joschka Fischer de Alemania sobre el futuro durante la etapa de la postguerra en Irak, coincidiendo en que Naciones Unidas debe desempeñar un papel central en la reconstrucción iraquí.