La próxima semana se creará el Foro Juan Pablo II, que, según su impulsor, el padre José Aurelio Martín Jiménez, busca ser «uno de esos nuevos areópagos de la cultura de los que, tantas veces, ha hablado Juan Pablo II, convencidos con él de que una fe que no se hace cultura y vida es una fe muerta».
La iniciativa ha surgido de un grupo de personas que comparten «una honda preocupación por la vivencia no sólo privada sino publica de la fe» y que «quieren hacer llegar esta preocupación y convicción a una sociedad que parece haber perdido la certeza de que la fe puede ser algo que queda relegado a la conciencia intima de cada cual, al santuario de la vida privada».