«Los periodistas que transmitían en directo la manifestación no tenían el conocimiento pleno de la realidad y de lo que significaba un evento de ese género», explica el sacerdote.
«Nosotros, cristianos de Irak, vemos con preocupación lo que está sucediendo –añadió–, no porque estemos contra la libertad religiosa y de culto, que deseamos que sea el fundamento de la nueva Irak, sino porque conocemos bien la mentalidad y la cultura de los chiíes y el fin de este tipo de manifestaciones religiosas: construir un Irak teocrático fundado en la ley islámica».
De acuerdo con el padre Semaan, ello implica el riesgo de «vernos obligados a elegir entre continuar viviendo en Irak reducidos a ciudadanos de segunda clase, privados de derechos, o dejar la tierra de nuestros padres».
El sacerdote sirio lamentó igualmente que se divulgara la manifestación de los chiítas a la vez que la celebración pascual de los cristianos en Irak sin poner en evidencia las dos realidades diferentes.
«Mientras los cristianos rezaban por la paz y la verdadera libertad y democracia, nuestros hermanos chiíes lanzaban consignas a favor de un Estado islámico (que no respeta a ninguna otra religión) y de una nueva guerra», aclaró.
«Espero que el mundo civil se dé cuenta lo antes posible de este peligro y continúe trabajando para formar un Irak laico y democrático que respete todas las minorías», concluyó el padre Nizar Semaan.