BRUSELAS, 5 junio 2003 (ZENIT.org).- El presidente de la Comisión de los Episcopados de la Unión Europea (COMECE) ha manifestado su estupor al presidente de la Convención Europea –Valery Giscard D’Estaing– por la ausencia de una referencia explícita al cristianismo en la lista de los elementos destacados en la evolución del viejo continente.
En una carta dirigida este jueves a Giscard D’Estaing, monseñor Joseph Homeyer manifiesta que, «sin quitar valor al resto de contribuciones, ninguna religión o corriente filosófica ha inspirado Europa tanto como el cristianismo».
El borrador del Preámbulo de la Constitución Europea, publicado el miércoles de la semana pasada, se inspira «en las herencias culturales, religiosas y humanistas de Europa» que, según explica, fueron «alimentadas inicialmente por las civilizaciones griega y romana», «y más tarde por las corrientes filosóficas de la Ilustración».
Siguiendo el texto, éstas son las raíces en las que se funda la «visión del valor primordial de la persona y de sus derechos inviolables e inalienables, así como del respeto del derecho» (Cf. página web de la Convención Europea).
«Permítame asimismo renovar nuestra propuesta de una referencia a Dios en la Constitución –continúa el obispo de Hildesheim en su carta–. Un recordatorio de los límites del poder humano, y de la responsabilidad ante Dios, la humanidad y la creación, sería un signo importante de que el poder público no es absoluto».
Además, de esta forma, «la UE reconocería explícitamente que sus ciudadanos, ya sean cristianos, judíos o musulmanes, son libres de invocar a Dios», subraya el presidente de la COMECE.
«Este reconocimiento –añade– constituiría una garantía de libertad de la persona humana y podría promover la identificación de numerosos ciudadanos con los valores europeos y con la futura Constitución».
De hecho, como recuerda el prelado, las constituciones polaca y alemana son ejemplos actuales de que la inclusión de una referencia de este tipo no constituye una discriminación.
Bruselas trabaja en este momento en un nuevo texto del borrador de la Constitución Europea que deberá presentarse el próximo 20 de junio en la cumbre europea de Tesalónica (Grecia).
La COMECE es una comisión de las Conferencias Episcopales Católicas de los Estados miembros de la Unión Europea. Los episcopados de República Checa, Hungría, Lituania, Malta, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia y Suiza son miembros asociados.