Dicho proceso comenzará con la Eucaristía que el cardenal arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Javier Errázuriz, presidirá en la catedral metropolitana el viernes 25 para celebrar la festividad del patrono de la archidiócesis y de la ciudad.
«Evangelizar constituye la misión esencial de la Iglesia en el mundo», recordó el purpurado en una carta de invitación a la celebración. «Esta fiesta del Apóstol Santiago es una oportunidad para acoger este nuevo impulso», afirmó en el texto difundido por el portal de la Conferencia Episcopal de Chile.
«Conforme al mandato del IX Sínodo, queremos dar respuesta a las necesidades de los hombres y mujeres de este tiempo en su búsqueda de Dios, y en sus afanes por vivir la fraternidad y la paz», explicó.
Por ello, el arzobispo Errázuriz señaló: «Nuestra misión como Iglesia de Santiago nos impulsa a servir a nuestros hermanos, a evangelizar el corazón de la gran ciudad, teniendo presente que servir a Dios es servir con Él al hombre».
«Queremos poner en manos de Dios el proceso de discernimiento que hemos iniciado de la realidad social, cultural y religiosa de nuestra ciudad de Santiago –añadió el prelado–, sabiendo que el encuentro auténtico con Jesucristo y su Evangelio en la Eucaristía animará nuestro testimonio y nos hará una Iglesia más misionera que acoge, vivifica y gesta la cultura de nuestra ciudad».
Santiago Apóstol
Natural de Betsaida en Galilea y pescador de oficio, el Evangelio dice que Santiago era hermano del Apóstol Juan e hijo de Zebedeo y Salomé. Fue uno de los discípulos más cercanos a Jesús.
De acuerdo con los relatos bíblicos, Jesús en varias ocasiones se hizo acompañar sólo por tres apóstoles: Pedro, Santiago y Juan. Así sucedió en la Transfiguración en el Monte Tabor, en el momento de la resurrección de la hija de Jairo y el Huerto de Los Olivos.
Víctima de la persecución de Herodes, Santiago fue arrestado y decapitado en la cárcel. Fue el primero de los apóstoles en sufrir el martirio, probablemente en el año 42. Posteriormente, su cuerpo fue trasladado a España, donde se levantó en su honor uno de los mayores santuarios de la Edad Media: el de Santiago de Compostela.
La tradición española señala al Apóstol Santiago como el primero en predicar en esas tierras, razón por la que la fe cristiana se extendió a las colonias de España en América y, por lo tanto, a Chile.