ODESSA, 30 julio 2003 (ZENIT.org).- Las autoridades locales de la ciudad ucraniana de Odessa han aprobado por unanimidad la restitución a la Iglesia Católica de tres iglesias que habían sido confiscadas por las autoridades comunistas poco después de la revolución bolchevique de 1917.
La diócesis de Odessa-Simferopol fue reconstituida por Juan Pablo II en el 2002 sobre el territorio de una diócesis existente antes de la revolución.
Hasta el momento, su primer y actual obispo, monseñor Bronislaw Bernacki, no disponía de oficina ni de una sala de reuniones.
La restitución de los edificios permitirá al prelado contar con espacios incluso para la administración diocesana y para Cáritas. Nueve mil fieles, atendidos por 25 sacerdotes y 24 religiosas forman la comunidad católica local.
Por ahora, en Odessa sólo había una iglesia católica. Confiscada por el gobierno soviético y transformada en un gimnasio, fue restituida a la Iglesia Católica del lugar hace una década en evidente estado de deterioro. En condiciones similares se encuentran las iglesias recién restituidas.
La comunidad católica de Odessa, escasa de medios, necesita ayuda para poder financiar la restauración. Una de las organizaciones que colabora habitualmente con la diócesis es Ayuda a la Iglesia necesitada a través de una aportación anual de 60.000 euros.
Los fieles ucranianos confían en que a esta ayuda se sume la de otros benefactores.