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Sep 01, 2003 00:00
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BOGOTÁ, 1 septiembre 2003 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social, ha lanzado la campaña de la Semana por la Paz para «abrir las puertas a la reconciliación como la única posibilidad de superar la división, la incertidumbre, la violencia y la situación de caos que vive la sociedad» del país.
Se trata de «una propuesta de educación y movilización de la sociedad colombiana para que los ciudadanos colombianos de manera responsable hagan aportes para la construcción de la paz», explican los promotores.
Bajo el lema «La Reconciliación, horizonte de la paz», la iniciativa --que se desarrollará del 7 al 14 de septiembre próximo-- busca poner en marcha acciones que involucren los diferentes estamentos de la sociedad por la defensa y promoción de los derechos humanos sociales y culturales.
El trabajo de la Semana por la Paz se organiza con diversos grupos de población como jóvenes, mujeres, niños y grupos de ciudadanos a través de mesas de paz, grupos culturales, centros educativos, ancianos, campesinos, obreros, gremios económicos y sindicalistas.
La coordinación y preparación de cada Semana por la Paz está a cargo de un comité nacional y uno por cada jurisdicción.
Como soporte de la campaña se realizan folletos informativos, material didáctico, carteles, cuñas de radio, pautas publicitaria para televisión y material para los periódicos.
La campaña se dirige a todas las parroquias del país, con hincapié en las comunidades locales de la regional que promueve el proyecto en el año.
Entre otros resultados, con la iniciativa se espera la sensibilización de la población sobre el conflicto armado y social de la región, así como la integración de las diferentes instancias eclesiales y no eclesiales que permitan acciones por la convivencia y la tolerancia.
Unas 3.000 personas fueron secuestradas el año pasado en Colombia, lo que hace que este país sea el que padece el mayor número de secuestros del mundo.
El 70% de estos secuestros son atribuidos a las FARC, la más antigua y numerosa guerrilla izquierdista del continente con unos 17.000 combatientes.
Colombia, con más de 40 millones de habitantes, es desangrada por un conflicto interno de casi cuatro décadas, que deja miles de muertos al año.