CIUDAD DEL VATICANO, 17 septiembre 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II pidió este miércoles que el deporte sea una escuela de formación humana, inspirada en auténticos valores, al encontrarse con los árbitros del campeonato de fútbol italiano y otros deportistas.
Los colegiados participaron en la audiencia general y al final de la misma saludaron personalmente al Papa y con él se sacaron una foto de grupo.
Entre ellos se encontraba Pierluigi Collina, considerado por algunos periódicos deportivos como el mejor árbitro del mundo (arbitró la última final del Mundial disputada entre Brasil y Alemania, 2002).
En el encuentro con unos 12.000 peregrinos, el Santo Padre también saludó a los participantes en el maratón-peregrinación «San Pío de Pietrelcina y los jóvenes del mundo» y a los directivos de la Federación Italiana de Fútbol.
«Vuestra presencia me permite desear una vez más que el deporte sea siempre un gimnasio de auténtica formación humana, inspirada en los valores éticos y espirituales», afirmó el obispo de Roma hablando desde la plaza de San Pedro del Vaticano.