CASTEL GANDOLFO, 25 septiembre 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha retomado sus actividades ordinarias tras haber superado los problemas intestinales que le habían obligado a suspender la audiencia general de este miércoles.
Este jueves el Santo Padre se encontró con un grupo de obispos de Filipinas que cumplieron con su quinquenal visita «ad limina» a Roma y después recibió al alcalde y las autoridades de Castel Gandolfo.
En la tarde, el Papa regresó de pequeña localidad, situada a unos 30 kilómetros de Roma, en automóvil al Vaticano, dejando la residencia de verano de los Papas a donde había llegado a inicios de julio.
También se despidió de los sacerdotes y de las diversas comunidades religiosas de Castel Gandolfo, así como de las fuerzas del orden que han garantizado la seguridad del Papa en estas semanas.
«Os pido que recéis por mí y por mi servicio cotidiano a la Iglesia –les pidió a los policías el Santo Padre–. Rezad en particular por la ya inminente peregrinación a Pompeya [7 de octubre], para que suponga para la Iglesia una etapa de renovación espiritual y de devoción mariana más intensa».
El miércoles por la tarde el Papa ya había retomado sus actividades recibiendo en audiencia al director general de las villas pontificias de Castel Gandolfo, Saverio Petrillo y a las personas que trabajan en éstas, así como a sus familiares.
El portavoz de la Santa Sede ha confirmado las actividades públicas del Papa anunciadas en días pasados y que se harán particularmente intensas con motivo de las celebraciones de su vigesimoquinto aniversario de pontificado, que culminarán el 19 de octubre con la beatificación de la Madre Teresa de Calcuta.