MAASTRICHT, 7 diciembre 2003 (ZENIT.org).- En medio de la tensión mundial provocada por el terrorismo, la Santa Sede ha afirmado que la acción por la paz debe estar acompañada por la promoción de los valores espirituales, morales y religiosos.
Así lo explicó monseñor Pietro Parolin, delegado vaticano en la reunión del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), celebrada entre el 1 y el 2 de diciembre en Maastricht (Países Bajos).
El encuentro sirvió para perfilar la estrategia de la OSCE a la hora de afrontar «las amenazas a la estabilidad y a la seguridad en el siglo XXI».
El representante papal, subsecretario para las Relaciones con los Estados del Vaticano, consideró que en la situación actual es necesaria una «respuesta común, comprensiva y cooperativa» para evitar «el peligro del unilateralismo».
«La Santa Sede, por su parte, no se cansa de repetir que la acción para asegurar paz y estabilidad debe estar acompañada por el compromiso por promover también los valores espirituales, morales y religiosos», subrayó.
Afrontando algunas de las amenazas particulares que ha estudiado en el último año la OSCE, monseñor Parolin repitió la condena lanzada en varias ocasiones por Juan Pablo II contra el antisemitismo, la xenofobia y la discriminación, en particular de los gitanos.
«Es necesario dedicar nuevas energías para educar en la convivencia y en la confianza recíproca, anclándolas firmemente en el respeto de la religión, de la historia, de la cultura y del valor intrínseco de toda persona humana».
En particular, el Vaticano exigió que los programas de estudio de todos los países respeten la identidad religiosa de sus estudiantes, así como el derecho de los padres a educar a sus hijos.
«El respeto de esta identidad y derecho, así como el pleno ejercicio de la libertad religiosa, contribuyen de manera determinante a combatir la intolerancia y los prejuicios étnicos y raciales».
En la asamblea de la OSCE, que se celebra entre el viernes y el sábado, participan representantes de 55 naciones: todos los países europeos, además de Estados Unidos, Canadá, Chipre, Turquía y ocho repúblicas asiáticas de la antigua Unión Soviética.
Más información sobre la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en http://www.osce.org.