CIUDAD DEL VATICANO, martes, 13 enero 2004 (ZENIT.org).- Publicamos el mensaje del cardenal Angelo Sodano –secretario de Estado vaticano— en el que Juan Pablo II se une espiritualmente a la celebración del bicentenario de la erección canónica de la sede de Santiago de Cuba a archidiócesis del pasado 23 de noviembre.
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Mons. Pedro Claro Meurice Estíu
Arzobispo de Santiago de Cuba
Con ocasión del bicentenario de erección canónica de la sede de Santiago de Cuba a Arquidiócesis, Su Santidad Juan Pablo II saluda cordialmente al señor Arzobispo, Clero, Comunidades religiosas y pueblo fiel, uniéndose espiritualmente a la acción de gracias al Todopoderoso por los abundantes frutos de vida cristiana alcanzados en esos años.
Al mismo tiempo, el Papa alienta a cada parroquia a favorecer, mediante la formación cívica y religiosa, la educación integral de cuantos se acercan a la Iglesia con ansias de crecer en humanidad, contando para ello con la colaboración generosa de los misioneros, catequistas y laicos comprometidos y fomentando la promoción humana y la asistencia social de los más necesitados. Además, podrá ser de gran ayuda preparar a los laicos con el estudio y aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia para iluminar serenamente todos los ambientes de la sociedad cubana a través de un diálogo pacífico y la convivencia fraterna, donde predominen la libertad, la justicia, la verdad y el amor.
En este gozoso día, el Santo Padre encomienda al Pueblo de Dios que peregrina en Santiago de Cuba, bajo la protección de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, invitando a todos a ser siempre testigos de unidad y fidelidad al Mensaje de Cristo. Con estos deseos y como signo de abundantes dones divinos sobre esa querida Comunidad eclesial, imparte a los participantes en tan solemne celebración jubilar, la implorada Bendición Apostólica.
Cardenal Angelo Sodano
Secretario de Estado de Su Santidad