ALEPO, jueves, 15 enero 2004 (ZENIT.org).- Las palabras de Jesús, «Mi paz os doy», constituyen el lema del la Semana para la Unidad de los Cristianos de este año que se celebra en la mayoría de los países del mundo del 18 al 25 de enero de 2004.
El programa redactado como ayuda para quienes organizan la oración por la unidad en el mundo ha sido confiado en esta ocasión a las denominaciones cristianas de la ciudad siria de Alepo por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos (Iglesia católica) y por la Comisión Fe y Constitución (Consejo Ecuménico de las Iglesias).
El cristianismo llegó a Alepo hace dos mil años, en tiempos de la predicación de los apóstoles. En la actualidad, la ciudad tiene un millón y medio de habitantes. Los cristianos constituyen el 10% de una población mayoritariamente musulmana. La lengua oficial es el árabe. Pero entre los cristianos, algunos de ellos hablan el arameo y el sirio.
La procedencia geográfica de los redactores –ortodoxos, católicos y protestantes–, ha impreso un carácter a esta celebración, reconocen en la «Introducción teológica y pastoral al programa».
«La búsqueda de la paz en el Oriente Medio, que es el deseo de numerosos pueblos de diversas partes del mundo, es el telón de fondo de la celebración y de las meditaciones de la Semana de oración por la unidad de los cristianos de 2004», explican.
«La elección del tema de este año ha sido dictado por el hecho de que las Iglesias en Oriente Medio están convencidas de que si los cristianos del mundo se reúnen para esta oración ecuménica, serán solidarios con las esperanzas y sufrimientos de las poblaciones de esta región», añade la introducción.
«La oración por la paz implica una fuerte dimensión interior –afirman los cristianos de Alepo–: llama a la conversión y a la apertura del corazón, para que cada uno pueda ser portador de la misericordia de Dios; invita a la conversión y a la confianza de que Dios cumple para y por nosotros lo que no podemos realizar nosotros mismos».
La oración por la paz, insisten, «es portadora de frutos a través de obras de caridad realizadas como actuación de la gracia de Dios y para favorecer la reconciliación y la vida pacífica con nuestros prójimos; invita a la perseverancia en el ascetismo y en la purificación interior».
«La oración por la paz –concluyen– está necesariamente ligada a la búsqueda de la unidad en todas las esferas de la vida humana».
«En 2004, los cristianos del mundo entero van a celebrar nuevamente la fiesta de la Pascua en la misma fecha –recuerdan–. El misterio pascual es fuente de nuestra esperanza y de nuestra misión, promesa de una paz que es posible».
«Nos recuerda que si la violencia, la injusticia y el odio pueden aumentar, es el poder de Dios el que transforma la muerte en vida y el que trae la reconciliación entre los que parecen aniquilar esta vida que en definitiva vencerá», subrayan los redactores.
El programa ofrece oraciones para cada uno de los días de la semana en que representantes de los más de dos mil millones de cristianos del mundo se reunirán en encuentros ecuménicos.
La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos tiene sus orígenes en el movimiento pentecostal en Escocia con vinculaciones en Estados Unidos.
En 1820, el reverendo James Haldane Stewart publica «Consejos para la unión general de los cristianos con vistas a una efusión del Espíritu» (Hins for the outpouring of the Spirit). En 1894, el Papa León XIII ya animaba a la práctica del Octavario de oración por la unidad en el contexto de Pentecostés.
El «Programa de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2004» puede consultarse en la sección de «Documentos» de la página web de Zenit ( http://www.zenit.org/).