Visita de una delegación de la Santa Sede a Vietnam

«Clima positivo», a pesar de las limitaciones impuestas por el gobierno

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CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 3 mayo 2004 (ZENIT.org).- Al término de una visita de cinco días de una Delegación de la Santa Sede a Vietnam, la Sala de Prensa de la Santa Sede ha confirmado este lunes el «clima positivo» en que se ha desarrollado el encuentro con la Oficina de Asuntos Religiosos de las autoridades vietnamitas, pesar de las restricciones que sufre la Iglesia.

Encabezada por monseñor Pietro Parolin, subsecretario para las Relaciones con los Estados, la delegación ha estado integrada también por monseñor Luis Mariano Montemayor, asesor de Nunciatura, y monseñor Barnaba Nguyên Van Phuong, de origen vietnamita, director de Oficina de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos.

La visita de la delegación vaticana se suma a las que tienen lugar cada diez años a Vietnam, país con el que no tiene relaciones diplomáticas la Santa Sede y en las que se tratan temas fundamentales de las relaciones Iglesia-Estado en el país dirigido por un Partido Comunista.

Durante el viaje del 27 de abril al 2 de mayo los representantes de la Santa Sede han podido encontrarse con el presidente y los miembros del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal de Vietnam, así como con los obispos de la provincia eclesiástica de Hanoi, explica una nota del director de la Sala de Prensa vaticana, Joaquín Navarro-Valls.

«Con la Oficina de Asuntos Religiosos, presidido por Ngo Yen Thi, ha tratado, en un clima positivo, de la vida y de la actividad de la Iglesia católica en el país», apunta.

La Delegación tuvo conversaciones también «con el viceministro de Asuntos Exteriores, Le Cong Phung, y con el vice-presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista de Vietnam, Nguyên Huy Quang», añade la nota de prensa.

«En diferentes ocasiones –prosigue– se tocó también el tema de las relaciones entre Vietnam y la Santa Sede, subrayando los pasos dados hasta ahora hacia la normalización».

La Delegación finalmente «realizó una visita a las diócesis de Xuan Loc y di Ban Me Thuot, en las que celebró la Eucaristía en un clima de intensa comunión eclesial y recibió manifestaciones de profundo afecto y fidelidad al Santo Padre». También mantuvo encuentros autoridades civiles respectivas de las dos provincias.

La nota vaticana concluye informando de que tuvieron lugar «otros encuentros eclesiales en Hanoi y Ho Chi Minh City»

Luces y sombras del viaje
Uno de los resultados positivos de este viaje –subraya «Asianews», de las Obras Pontificias Misioneras Extranjeras (PIME)– es que el gobierno ha dado el visto bueno al nombramiento del obispo de Thanh Hoa, sede vacante desde hace dos años.

Este nombramiento sólo será anunciado tras informar al Papa de los resultados de las conversaciones, pero en Vietnam hay aún varias diócesis cuyos obispos son muy ancianos y necesitan de un obispo coadjutor –o de un sucesor–. Entre ellas, cabe destacar Hanoi y Xuan Loc.

Y es que el gobierno vietnamita no permite nombrar directamente obispos, sino que exige que la Santa Sede presente algunos nombres entre los cuales el gobierno elige al candidato que considera oportuno. Las autoridades deciden también los candidatos a los seminarios y a la ordenación sacerdotal, y en los seminarios se debe impartir obligatoriamente marxismo.

La citada agencia advierte que si bien las autoridades permitieron la visita de la Delegación vaticana a la diócesis de Xuan Loc –con casi un millón de católicos, más de 200 parroquias y numerosos institutos religiosos con más de dos mil miembros–, sin embargo no concedieron que los católicos se congregaran en la Misa celebrada en la catedral el 29 de abril.

Esta diócesis lleva años solicitando la apertura de un seminario para formar a miles de jóvenes que querrían ser sacerdotes, pero el gobierno no lo autoriza.

Igualmente hubo restricciones en Ban Me Thuot, pues aunque el gobierno autorizó a los enviados vaticanos visitar esta diócesis en el altiplano central, en plena zona de «montagnards» (cristianos de las minorías religiosas de las montañas), la delegación no pudo tener encuentros con ningún fiel de éstos, que desde hace semanas registran nuevos conflictos con el gobierno.

En efecto, este año, en vísperas de Pascua, el gobierno suspendió una manifestación de las tribus de la zona, que pedían la devolución de tierras confiscadas por el gobierno, libertad religiosa y apoyo al desarrollo de la región, entre las más pobres de Vietnam. La policía vietnamita mató a algunas personas, reprimió violentamente a la multitud y encarceló a cientos de «montagnards».

Los católicos de Vietnam se cuentan entre los más vitales de Asia. Representan cerca del 8% de la población. Pese a los límites del gobierno a la vida de las parroquias, seminarios y órdenes religiosas, los fieles evangelizan con numerosas actividades como catequesis, escuelas, dispensarios y leproserías.

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ZENIT Staff

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