«Estas torturas van contra el derecho humanitario --subraya Su Beatitud Emmanuel III Delly--. Ninguno las puede aceptar, ni los iraquíes, ni los americanos, ni los ingleses, ni los italianos».

En declaraciones a «Misna», el líder espiritual de los cristianos en el país explicó que «el Señor nos ha dado la inteligencia para hablar, explicar y convencer: éste es el único modo aceptable».

Es inadmisible, según el patriarca iraquí, «usar esta inteligencia para torturar a los otros; sobre este punto todos en el mundo están de acuerdo».

En cualquier caso, monseñor Delly no se pronunció sobre las eventuales consecuencias políticas de estos actos: «No es nuestra tarea juzgar tales aspectos», aclaró.

«Corresponderá a los jueces y tribunales valorar lo ocurrido, pero como líder de la comunidad cristiana tengo el deber de recordar los principios enunciados por nuestro Señor, esto es, amarnos y respetarnos los unos a los otros, buscando hacer lo posible para reducir los sufrimientos y no infligirlos a los demás», concluyó.