El Papa pide paciencia a la Iglesia greco-católica ucraniana antes de crear un patriarcado

CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 3 junio 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II comparte la aspiración de la Iglesia greco-católica ucraniana a erigirse en patriarcado, pero ha pedido paciencia mientras la propuesta es estudiada, teniendo en cuenta también las valoraciones de las Iglesias ortodoxas.

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Así lo afirmó el Santo Padre al recibir este jueves al cardenal Lubomyr Husar, arzobispo mayor de Lviv de los Ucranianos, con los miembros del Sínodo Permanente de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, aunque no citó explícitamente estas palabras.

«Comparto vuestra aspiración, bien fundada en la disciplina canónica y conciliar, a tener una plena configuración jurídico-eclesial», reconoció el Papa.

«La comparto en la oración y también en el sufrimiento, esperando el día establecido por Dios en el que podré confirmar, como Sucesor del apóstol Pedro, el fruto maduro de vuestro desarrollo eclesial», añadió.

«Mientras tanto, como bien sabéis, vuestra petición se está estudiando seriamente, también a la luz de las valoraciones de otras Iglesias cristianas», afirmó el Santo Padre en el discurso que les dirigió en ucraniano.

El pontífice pidió que esta espera no desaliente el «coraje apostólico ni sea un motivo para apagar o atenuar la alegría del Espíritu Santo» que anima «a una entrega cada vez mayor en el anuncio del Evangelio».

El obispo de Roma expresó asimismo «la admiración más profunda por la vitalidad de esta Iglesia y por la fidelidad que la ha caracterizado a lo largo de los siglos».

«Rica de testimonios heroicos, incluso en el pasado reciente», esta Iglesia «se está comprometiendo en programas pastorales en los que colaboran con generosidad y concordia el clero y los laicos para una labor evangelizadora eficaz, favorecida por el clima de libertad que hoy se respira también en vuestro país».

El patriarca ecuménico de Constantinopla, el ortodoxo Bartolomé I, pidió a Juan Pablo II en una carta fechada el 29 de noviembre pasado que no instituya un Patriarcado greco-católico en Kiev (Ucrania), alertando del riesgo de una fractura en las relaciones ecuménicas.

La medida, afirma la misiva, «provocará fuertes reacciones por parte de todas las Iglesias hermanas ortodoxas y hará saltar los intentos de continuación del diálogo teológico entre Iglesia católica e Iglesias ortodoxas», añade.

En la asamblea plenaria de julio del 2002 celebrada en Kiev, el sínodo greco-católico ucraniano, reconociendo por unanimidad el nivel de desarrollo alcanzado por la propia Iglesia, pidió al Santo Padre que sancionara este proceso reconociéndole el título patriarcal.

De acuerdo con el decreto conciliar «Orientalium Ecclesiarum» sobre las Iglesias orientales católicas, el Papa tiene la facultad de reconocer «motu proprio» el rango patriarcal de una Iglesia sin tener que someter este reconocimiento al consenso de otras instancias eclesiales.

Con la erección de su propio patriarcado en Kiev, los greco-católicos verían confirmada la continuidad con aquella primera sede del cristianismo en el Oriente europeo, a la que el patriarcado ortodoxo de Moscú también remite su propia legitimación histórica y canónica.

La Iglesia greco-católica ucraniana es la más grande de las Iglesias Católicas Orientales «sui juris» con más de 5,5 millones de fieles. Si bien mantiene el rito bizantino, al igual que la Iglesia ortodoxa, está en plena comunión con el obispo de Roma y reconoce su autoridad espiritual y jurisdiccional.

Pagó a caro precio esta fidelidad, especialmente en el siglo XX, cuando fue prohibida bajo el régimen de Stalin. Muchos de los pastores y fieles que se negaron a pasar la Ortodoxia sufrieron el arresto o incluso el martirio.

El nombre de Iglesia greco-católica fue introducido por la emperatriz Maria-Teresa en 1774 para distinguirla de la Iglesia católica de rito latino y de las Iglesias católicas armenias.

Según el Comité para Asuntos Religiosos del Gobierno de Ucrania, en enero de 2001 la Iglesia greco-católica contaba con 3.240 comunidades; 78 monasterios (1.188 monjes y monjas), 12 instituciones educativas (con 1.588 estudiantes), 1.976 sacerdotes , 2.721 iglesias (306 en construcción).

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ZENIT Staff

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