«Damos gracias de todo corazón al Señor por la liberación de los secuestrados italianos en vísperas de la festividad del Corpus Christi y del Sagrado Corazón», afirmó Su Beatitud Emmanuel Delly en declaraciones a «AsiaNews».
La noticia de la liberación de los tres rehenes ha sido recibida con alivio en la Santa Sede, que había mostrado sus disponibilidad para hacer lo posible para pedir la liberación de los secuestrados, según había revelado el 16 de abril el cardenal Renato R. Martino, presidente del Consejo Pontificio de la Justicia y la Paz.
Zenit pudo saber de fuentes vaticanas a finales de abril que el nuncio apostólico en Bagdad, el arzobispo Fernando Filoni, estaba ofreciendo toda su colaboración para alcanzar la liberación.
Estas tres personas fueron secuestradas hace casi dos meses por un grupo autodenominado «Brigadas Verdes», junto al también italiano Fabrizio Quattrocchi, que fue asesinado de inmediato por la guerrilla.
Los liberados, Salvatore Stefio, Umberto Cupertino y Maurizio Agliana, se encontraban en Irak para trabajar como guardias de seguridad privada.
«Estamos muy contentos por el resultado positivo. Confiamos siempre en el Señor y rezamos para que haga siempre su voluntad», añade el patriarca, quien también rezar para que «el Señor bendiga al italiano trágicamente asesinado».
Ante la pregunta sobre si la Iglesia iraquí ha tenido un papel en la liberación, el patriarca no ha querido hacer comentarios.
El obispo auxiliar de Bagdad, monseñor Shlemon Warduni, ha mantenido contactos con las comunidades chiíes y suníes para promover la liberación.
El patriarca Delly ha pedido colaboración y oraciones por su país: «tenemos que hacer todo los posible para devolver seguridad a Irak. Rezad por todos nosotros».
