«Todo comienza con una investigación realizada por «The Dallas Morning News»», afirma la nota, en la que se afirma que los religiosos implicados en casos de abusos sexuales de menores de edad «serían sistemáticamente cambiados de un país a otro para sustraerles a las investigaciones de la justicia».
«Por lo que se refiere a la Congregación Salesiana se subraya que esto no corresponde a la verdad», afirma el comunicado.
Los dos inspectores [superiores] salesianos en Estados Unidos han explicado por este motivo «las líneas de conducta» seguidas por esa congregación hasta ahora.
Ante estos «tristes casos», el comunicado ilustra que en primer lugar, «la congregación examina con rapidez toda denuncia de violencia sexual contra menores para verificar ante todo su veracidad».
En segundo lugar, «se solidariza con las víctimas de «una de las peores manifestaciones del ‘mysterium iniquitatis’ –misterio de iniquidad– (tal y como se ha expresado el Papa Juan Pablo II) y se ofrece compañía psicopedagógico de las víctimas y, si es necesario, de sus familias».
En tercer lugar, si el que comete este tipo de actos de violencia es un miembro de la congregación salesiana, se adoptan cuatro medidas:
–«Es inmediatamente removido de todo encargo pastoral y educativo de manera que no tenga ningún contacto con menores»;
–«Se le confía a expertos para que lo ayuden en su recuperación desde el punto de vista psicológico y espiritual»;
–«Se le alienta a colaborar activamente con la justicia y a reconocer la propia responsabilidad»;
–«Cada uno de los casos son seguidos por la inspectoría de pertenencia del hermano y no por la dirección general».
El comunicado subraya por último que la Congregación Salesiana «está luchando precisamente por la defensa de los menores, contra abusos de todo tipo (violencia sexual, trabajo infantil, reclutamiento militar)».