«Desde el 27 de mayo no se tienen noticias del obispo de Xuanhua, que tiene 84 años, y fue preso en custodia por fuerzas de la policía», constató Joaquín Navarro-Valls, portavoz vaticano en un comunicado, sin mencionar su nombre
«El obispo coadjutor de Xiwanzi ha estado bajo custodia del 2 al 12 de junio, mientras el obispo de Zheng Ding [Julius Jia Zhiguo, ndr.] ha sido retenido por la autoridad durante cinco días», siguió constando el director de la Oficina de Información de la Santa Sede, sin mencionar tampoco sus nombres.
«La Santa Sede siente un dolor profundo ante estas medidas, de las que no se ha comunicado razón alguna», aclara.
«Son inconcebibles en un estado de derecho y contravienen los derechos de la persona, en particular el de libertad religiosa, que están sancionados en muchos documentos internacionales, que también han sido firmados por la República Popular China».
Según la Fundación Cardenal Kung, institución que promueve la libertad religiosa en china, actualmente todos los obispos de la Iglesia católica «clandestina» se encuentran en prisión, bajo arresto domiciliario, bajo estricta vigilancia o escondidos.
«Los sacerdotes enfrentan un acoso similar» y los laicos también sufren una «severa persecución», explica.
Desde hace unos meses la Santa Sede está reaccionando con enérgicos comunicados públicos de protesta ante las noticias de arrestos de obispos católicos en el país.