La alocución del cardenal tuvo gran resonancia, por las críticas que formuló los intereses políticos partidistas. El purpurado advirtió en esa ocasión sobre la «partidocracia» y el «internismo faccioso», y elogió la política como servicio al bien común.
«La Nación» constata que «si bien la venta del libro de Bergoglio circula en la mayor parte en el circuito católico, un 20% se distribuye a través del mercado editorial».