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PAZ SOCIAL ANTE LA SITUACIÓN ACTUAL EN EL PERÚ
Ante los brotes de violencia, los paros prolongados en diferentes lugares de nuestro país, bloqueos de carreteras y agresiones a instalaciones públicas y privadas que aumentan la sensación de inestabilidad e inseguridad para todos; la Presidencia de la Conferencia Episcopal Peruana, preocupada por estos acontecimientos lamentables, hace un llamado a todos los ciudadanos y ciudadanas a mantener la paz social, y pensar primero en nuestro país y en su destino histórico.
1. Observamos en la población signos de frustración y desesperanza que se han agudizado en los últimos días. La falta de trabajo digno, la pobreza y marginación de algunos sectores de la población, sumados a los actos de corrupción y delincuencia, han exasperado los ánimos de nuestra sociedad.
2. Las autoridades y los políticos no parecen responder adecuadamente a las necesidades y demandas de nuestro pueblo. No obstante que la economía del país muestra indicadores económicos positivos, la mayoría de nuestro pueblo no percibe mejoría en su situación familiar y social.
3. Da la impresión que ante los anuncios de una mejor recaudación fiscal, todos quisieran obtener respuestas positivas inmediatas a sus demandas y expectativas, tanto tiempo postergadas, en las diferentes regiones y sectores de la comunidad nacional.
4. Nos preocupa asimismo cómo se está minando la estabilidad del país al perder la perspectiva de Nación y al considerarnos como un conglomerado social y político, donde cada uno busca sus propias reivindicaciones o las de su respectivo grupo o sector.
5. Las formas indebidas de protesta –que atentan contra la vida, la salud, educación y el libre tránsito- afectan a los más necesitados y crean inestabilidad e inseguridad. Los reclamos desproporcionados, sin una coherencia en sus planteamientos y de espaldas a los canales regulares de diálogo, podrían terminar en una situación incontrolable.
6. Exhortamos al Gobierno y a las autoridades correspondientes a ser claros y consecuentes en sus planteamientos y ofrecimientos, y a ser testimonio de austeridad; en caso contrario, se corre el riesgo de perder toda autoridad moral y credibilidad. Asimismo, invocamos a todos los actores sociales a priorizar el diálogo y la concertación con los diferentes sectores, buscando juntos una solución integral a los problemas que afectan al país mediante acciones concretas y responsables.
7. Pedimos a las organizaciones populares y a sus líderes que recuerden que el mejor camino para obtener cambios positivos es mediante el diálogo sereno, serio y responsable que lleve a planteamientos realistas y eficaces. Ante el derecho fundamental de expresar su protesta con medios adecuados, debemos recordar que está de por medio el respeto a los derechos y a la dignidad de toda la población.
8. Invocamos a la sociedad peruana (grupos políticos, instituciones públicas y privadas, medios de comunicación, jóvenes y personas de buena voluntad) a demostrar nuestro amor al Perú, buscando los caminos que nos lleven a salir de esta crisis y a no dejarnos abatir por el desaliento y el desinterés reinante. Démonos un tiempo de reflexión, y fortalezcamos la paz social en el Perú. Nuestro país necesita una estabilidad política e institucional, que sólo será posible si cada ciudadano acepta su responsabilidad en la sociedad y tiene presente el País que juntos queremos forjar y legar a las generaciones futuras.
En el mes de la Patria, invoquemos a Dios, Nuestro Señor, para que suscite en nosotros la fortaleza y la sabiduría necesarias para lograr la paz social en el Perú.
+ José Hugo Garaycoa Hawkins
Obispo de Tacna y Moquegua
Presidente + Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, OFM
Arzobispo Metropolitano de Trujillo
Primer Vice-Presidente + José Paulino Ríos Reynoso
Arzobispo Metropolitano de Arequipa
Segundo Vice-Presidente Lima, 6 de julio de 2005
El secretario general ilustró novedades introducidas por Benedicto XVI
NUEVA DELHI, jueves, 7 julio 2005 (ZENIT.org).- La confederación mundial de organismos católicos de ayuda, «Cáritas Internationalis», permanece alerta a las necesidades de miles de afectados en la India por las lluvias monzónicas de estos últimos días.
Constata el padre Carlos Avila IVE, al frente de los católicos del país de Asia Central