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Ante la aprobación y publicación de la reforma del Código Civil de España para autorizar (como matrimonio) uniones más allá de la natural entre varón y mujer, y a la vez permitir a éstas la adopción de menores; la Presidencia de la Conferencia Episcopal Peruana manifiesta su plena solidaridad con la Conferencia Episcopal Española y siente la obligación de manifestar lo siguiente:

1. Que la naturaleza humana ha sido creada desde el principio en la distinción de varón y mujer, distinción inscrita en la ley natural al margen de credos y opciones políticas o subjetivas.

2. Que en el principio Dios da al varón y a la mujer el mandato preciso de “crecer y multiplicarse”, a la vez que les confía sólo a los dos unidos el don de la transmisión y cuidado de la vida.

3. La familia, célula fundamental de la sociedad, está constituida por la unión del varón y de la mujer y por los hijos nacidos de esta unión, que son a la vez expresión de la íntima comunión de amor entre el padre y la madre; este ámbito natural del desarrollo humano está por encima de las circunstancias o gustos de personas y de tiempos, y es garantía de la perpetuidad de la especie humana.

4. Transgredir la ley natural no es un grito de libertad, sino un irresponsable atentado contra la naturaleza humana y la sociedad; sobre todo, contra los niños y el futuro de la misma sociedad. Se constituye también en una nueva forma de abuso al derecho del niño de crecer en un ambiente natural.

5. Las razones no son en contra de los homosexuales, pues toda persona humana posee una dignidad intrínseca que debe ser reconocida al igual que sus derechos. Sin embargo, lo que pretendemos es defender la realidad antropológica y social de la unión del hombre y la mujer, en concreto, para la realización personal de los esposos y para la procreación y educación de los hijos.

6. Hacemos un llamado a la responsabilidad de los individuos, de la sociedad y de los Estados, para que en defensa de la integridad de la vida humana, de la familia y de la niñez, no permitamos que estas circunstancias, como la que nos ocupa, sigan atentando contra la persona humana, la familia y la sociedad.

Lima, 7 de julio de 2005

+ José Hugo Garaycoa Hawkins
Obispo de Tacna y Moquegua
Presidente

+ Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, OFM
Arzobispo Metropolitano de Trujillo
Primer Vice-Presidente

+ José Paulino Ríos Reynoso
Arzobispo Metropolitano de Arequipa
Segundo Vice-Presidente