CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 21 julio 2005 (ZENIT.org).- La red mundial de «Cáritas» –organismo católico de ayuda- está en alerta por los daños que han sembrado las recientes riadas en Kaynasli, un distrito de la orilla oeste del Mármara, al noroeste de Turquía.
De informar sobre la evolución de la situación en la zona del país musulmán se está encargando «Cáritas Turquía», confirma un comunicado del miércoles de la confederación -con sede en Ciudad del Vaticano-.
Las fuertes lluvias que comenzaron a caer en horas tempranas del sábado pasado desplazaron tierra de las montañas circundantes, desviaron las corrientes de sus cauces y provocaron acumulación de arena y escombros en la ciudad.
El distrito de Kaynasli –con unos 22 mil habitantes, de los que 10 mil viven en la ciudad propiamente dicha- fue epicentro en 1999 de un terremoto que acabó con numerosas vidas y sembró de indecible destrucción material y ambiental el lugar.
De acuerdo con «Cáritas Turquía», los sistemas de agua potable han sufrido daños considerables, así como vías de tránsito y espacios abiertos destinados al uso público. Los destrozos alcanzan a mobiliario y dotaciones de casas y lugares de trabajo.
Las autoridades locales y regionales están trabando juntas para despejar la zona y facilitar ayuda inmediata.
«Cáritas Turquía» apunta que puede ser necesaria ayuda adicional de ONGs y otras instituciones públicas y privadas, en especial a fin de restablecer los sistemas de agua a corto plazo y la recuperación ambiental a largo plazo.
«Cáritas Internationalis» (www.caritas.org) es una confederación de 162 organizaciones católicas de asistencia, desarrollo y servicio social, con presencia en más de 200 países y territorios.