Poco antes de entrar en la iglesia de Introd para encontrarse con los sacerdotes y diáconos del Valle de Aosta, los informadores que le esperaban fuera del templo le preguntaron si han sido difíciles estos casi tres meses de inicio de pontificado.
«En cierto sentido sí –reconoció–, no había pensado nunca en este ministerio, pero la gente es muy buena conmigo y me apoya».
Los periodistas también le preguntaron si siente a su lado a Juan Pablo II. El obispo de Roma afirmó: «Está siempre muy cerca, ya sea en sus libros ya sea a través de su presencia espiritual».